El sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, también conocido como “Padre Fili”, acusó en redes sociales que un grupo de elementos del Ejército Mexicano intentó intimidarlo previo a la misa que celebró en la mañana este domingo en el municipio de Chilpancingo, Guerrero.
A través de su cuenta de Facebook, el también director del Centro de Derechos de las víctimas de violencia Minerva Bello dio a conocer que al menos 20 uniformados lo interceptaron de manera “prepotente” en la colonia El Huajal y le pidieron su identificación.
“¿Se ocupan 20 soldados para intimidar a un sacerdote? Esperando que dieran las 10 para la misa en la colonia el Huajal en Chilpancingo, llegaron al vehículo en que me encontraba con actitud prepotente y sin razón una veintena de soldados pidiendo identificación”, informó el padre Fili.
En las imágenes compartidas por el sacerdote se observa una unidad del Ejército con al menos 8 uniformados a bordo, mientras que en la banqueta se aprecia a otro grupo de elementos de la Guardia Nacional (GN). En otra fotografía se ve cómo cuatro soldados rodean una camioneta blanca RAM, aunque se desconoce si en este vehículo se trasladaba el religioso.
Por estos hechos, el padre Fili cuestionó el actuar de las autoridades, a quienes exigió ir tras los criminales en ver de entrometerse con la ciudadanía. “¿Para eso está el ejército en las calles? Si saben dónde están los delincuentes, ¿por qué no van a sus casas? ¡Con el pueblo no!”, aseveró.
Pese a lo sucedido, el sacerdote José Filiberto pudo llevar la misa en la capilla de El Huajal como se tenía previsto. La celebración eucarística se realizó si contratiempos, según la transmisión en vivo que se compartió en redes sociales.
Padre Fili sufre ataque armado
Este acto de “intimidación” ocurre a una semana de que el sacerdote fuera víctima de un atentado mientras circulaba por la carretera Tixtla-Chilpancingo, también en el estado de Guerrero.
Fue en la madrugada del sábado 18 de octubre cuando el Padre Fili dio a conocer que sufrió un ataque armado cuando se encontraba a bordo de su vehículo, el cual recibió al menos dos impactos de bala: uno en el parabrisas (del lado del conductor) y otro en una de las llantas.
Señaló que en un primer momento, sujetos desconocidos dispararon “por la parte de atrás” a una llanta del automóvil, lo que lo obligó a detener su marcha. Posteriormente, los agresores se dirigieron a hacia donde estaba el sacerdote y le apuntaron con un arma de fuego a través del parabrisas.
Ante la agresión, el Padre Fili tuvo que correr y resguardarse en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, donde fue recibido por algunos jóvenes, según indicó en unos mensajes que fueron compartidos con Infobae México.
Pese a lo ocurrido, no se pudo establecer la identidad de los agresores y las posibles causas del ataque armado, por lo que tampoco se cuentan con registros de personas detenidas. Únicamente se informó que los responsables de estos hechos circulaban a bordo de una motocicleta.
De acuerdo con el Padre Fili, se trató de un ataque directo y no de un hecho aislado. En ese sentido, atribuyó los hechos a la ola de violencia que se vive en el estado de Guerrero, donde se ha encargado de denunciar públicamente los ataques con drones en algunas comunidades de la entidad por la disputa que mantiene los grupos criminales de La Familia Michoacana y Los Tlacos.