El terremoto que se registró en México el 19 de septiembre de 1985 provocó el derrumbe de diversos edificios en la Ciudad de México (CDMX), además de las zonas centro, sur y occidente del país. Cabe mencionar que el evento es considerado como el más significativo y dañino en la historia escrita de los movimientos telúricos en el país.
Después de que ocurriera el sismo, la réplica que tuvo lugar un día después, la noche del 20 de septiembre, también tuvo una fuerte impacto para la capital, ya que colapsaron estructuras que ya se encontraban restablecidas un día antes.
Tuvieron que pasar algunos meses para que la capital volviera a levantarse, incluso hay grabaciones en donde se puede ver cómo se encontraba la CDMX en aquel entonces.
¿Cómo lucía la CDMX en 1986?
El escritor Enrique Ortiz, mejor conocido en redes sociales como Tlatoani Cuauhtémoc, compartió por medio de su cuenta de X (antes Twitter) un video en el que se puede ver cómo se veía la capital un año después del terremoto de 1985.
En el video se puede ver que diversos vehículos circulan por principales avenidas de la capital; sin embargo, también se puede apreciar que hay inmuebles que cuentan con bastantes daños en su estructura.
Al fondo se puede ver lo lejos que se encuentra el Monumento a la Revolución y muchos otros edificios que formaban parte de la capital en aquel entonces.
En el breve clip también se aprecia que escombros se encontraban bloqueando las banquetas y algunos camellones, incluso se puede ver que algunas construcciones cuentan con soportes para evitar un colapso.
¿Cómo fue el terremoto de 1985 en México?
El terremoto de 1985 en México fue un sismo de magnitud 8.1 en la escala de Richter, que ocurrió el 19 de septiembre de ese año a las 7:19 de la mañana. Su epicentro se localizó en el océano Pacífico, cerca de la costa del estado de Michoacán, aproximadamente a 15 kilómetros de profundidad.
La Ciudad de México, situada a unos 350 kilómetros del epicentro, fue una de las zonas más gravemente afectadas debido a la geología del Valle de México, compuesto principalmente por sedimentos lacustres que amplifican las ondas sísmicas. La duración del sismo fue de aproximadamente dos minutos, generando una devastación masiva.
El sismo causó el colapso de numerosos edificios, entre ellos hospitales, hoteles, oficinas y viviendas. Algunos de los edificios más emblemáticos que se derrumbaron fueron el Hotel Regis, el Hospital Juárez y varios complejos habitacionales. La energía del terremoto también afectó las infraestructuras vitales, como carreteras, puentes y servicios básicos como electricidad, agua y telecomunicaciones.
La respuesta inicial fue caótica, pero la solidaridad ciudadana se hizo evidente rápidamente. Miles de voluntarios se unieron a los esfuerzos de rescate, formando brigadas para buscar y socorrer a los atrapados bajo los escombros. La ayuda internacional también llegó, con equipos de rescate y suministros provenientes de varios países.
El terremoto dejó decenas de miles de heridos y se estima que murieron alrededor de 10 mil personas, aunque algunas cifras no oficiales sugieren que el número podría haber sido mayor. Además, miles de personas quedaron sin hogar y hubo un impacto económico devastador.
A raíz de esta tragedia, se implementaron cambios significativos en las normativas de construcción y se fortalecieron los sistemas de protección civil y respuesta a emergencias en México, con el objetivo de minimizar los daños y mejorar la capacidad de respuesta ante futuros desastres naturales.