Cosas que no debes hacer si quieres causar una buena impresión

Los malos hábitos pueden hacer que las personas tengan una impresión negativa o equivocada de nosotros, por ello, es necesario cuidar nuestra imagen en todas las situaciones

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Morderse las uñas puede causar
Morderse las uñas puede causar una mala imagen de nosotros (iStock)

Un hábito es un modo especial de conducirse que se adquiere por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas, según la Real Academia Española. Ser consistentes en un buen hábito nos beneficia. Por el contrario, un mal hábito puede dañar nuestra imagen o hacer que las personas se queden con una mala impresión de nosotros

El Manual de Urbanidad y Buenas Maneras o Manual de Carreño es clave para conocer reglas de etiqueta y saber si la forma en que nos comportamos en distintos escenarios es la adecuada o no.

Malos hábitos que pueden dañar nuestra imagen

Es importante mantener nuestro rostro
Es importante mantener nuestro rostro limpio y sin sudor (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Sentarse con las piernas separadas o con las piernas cruzadas o torcidas de una manera poco convencional. Esto puede provocar que nuestra ropa se desacomode de forma inconveniente o incluso puede mostrarnos como personas desalineadas
  • Fumar en la calle o hacerlo sin haberlo pedido permiso a los presentes. El olor puede resultar molesto para las personas que nos acompañan y puede ser un gesto maleducado no tener la gentileza de preguntar.
  • Morderse las uñas o cutículas. Recortarse las uñas en exceso puede hacer que la extensión natural de la uña disminuya y le de una apariencia desagradable al dedo, y por consecuencia, a las manos. Cuando se muerden las uñas, además de ser una grave falta de aseo, se corre el riesgo que nuestra saliva se ponga en contacto con otras personas al darles la mano.
  • Cometer la indiscreción de hacerle una pregunta íntima a alguien en voz alta. Incluso si estamos en un entorno de confianza puede hacer que la persona se incomode y la pongamos en una situación vergonzosa e incluso humillante, debemos conducirnos con discreción.
  • Aplicarse maquillaje o peinarse en la mesa de comer. Lo correcto es que la persona se retire del lugar donde está sentada y se dirija al baño para hacerlo.
  • No mostrar suficiente atención cuando estamos en una conversación. No hay nada más desagradable y que demuestre poco tacto que la persona a la que se habla no haga más que mirar a todas partes y parezca estar atenta de todo lo que ocurre a su alrededor. Esto causa la impresión de que no nos estás prestando la suficiente atención y puede generar mucha incomodidad.
  • Llevar esmalte de uñas descascarado, uñas partidas o maltratadas. Esto puede darnos una apariencia sucia y desarreglada, unas manos resecas y maltratadas pueden decir mucho de nosotros.
  • Introducir pedazos de comida demasiado grandes en la boca. Puede provocar que hagamos ruidos exagerados o comamos ruidosamente, un espectáculo que puede no ser muy agradable para las personas que nos acompañan.
  • No permitamos nunca que el sudor de nuestro rostro se deje ver. Cuando esto suceda limpiemos el rostro con un pañuelo. Después de una sesión de ejercicio debemos lavarnos la cara.
  • Jamás nos acerquemos tanto a la persona con quien hablamos, que llegue a percibir nuestro aliento; y seamos en esto muy cautos, pues muchas veces nos creemos a suficiente distancia del que nos oye, cuando realmente no lo estamos.
  • Si nuestras manos están húmedas, ya sea por sudoración o por una condición propia de la persona, no alarguemos a nadie la mano sin limpiarla disimuladamente con un pañuelo. La sensación de una palma húmeda puede ser desagradable para la persona que saludemos.

El manual de los buenos modales

El pedagogo venezolano Manuel Antonio
El pedagogo venezolano Manuel Antonio Carreño y su Manual de Urbanidad y Buenas Maneras publicado en 1875. Crédito: Wikimedia Commons dominio público.

El Manual de Urbanidad y Buenas Maneras fue escrito por el pedagogo Manuel Antonio Carreño en 1853. Este libro fue muy popular dentro y fuera de Venezuela, en 1855 el Congreso Nacional recomendó que se incluyera su lectura en las escuelas públicas, según la edición Colección Bicentenario Carabobo del manual.

Según Carreño existen cuatro secciones en que están divididas nuestras relaciones sociales: la familia o el círculo doméstico; las personas extrañas de confianza; las personas con quienes tenemos poca confianza; y aquellas con quienes no tenemos ninguna. Existen reglas generales de etiqueta que deben observarse en cada una de estas secciones.

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