Después de la elección presidencial y de la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, la contienda que más ha acaparado la atención mediática es quizá la renovación de la gubernatura de Veracruz.
Una serie de fuertes acusaciones entre José “Pepe” Yunes Zorrilla, de la alianza PRI, PAN y PRD, y Rocío Nahle, de la coalición Morena, PT y PVEM, ambos punteros de las encuestas, han puesto al proceso electoral en las portadas de los diarios a lo largo del país.
De acuerdo con Polls, que hace un ejercicio de “encuesta de encuestas”, la exsecretaria de Energía comenzó la contienda con una cómoda ventaja que se ha ido acortando por el avance del exdiputado federal.
Sin embargo, para muchos el tema de las encuestas ya está muy desgastado y su uso como un predictor del resultado electoral ye es debatible, uno de ellos el Tulio Moreno, director de La Jornada de Veracruz y coordinador del libro “El Clan Yunes”, una radiografía de esta familia que lleva décadas circulando en el poder político de la entidad.
“La campaña del PRI, PAN y PRD (en Veracruz) se ha enfocado en crear una percepción en medios y en redes sociales de que hay un empate. Creo que el tema de las encuestas es bastante discutible, ya se han desgastado como recurso, yo no creo que se pueda sustentar un resultado (electoral) con base en los resultados de las encuestas”, explicó Moreno Álvarado en entrevista con Infobae México.
Para Tulio Moreno la desgastada imagen de los Yunes por parte de los veracruzanos pesará más que la serie de acusaciones que se han hecho contra Rocío Nahle durante la campaña electoral.
“Los personajes Yunes ya se han desgastado, tienen 35 años ejerciendo el poder en Veracruz y no lo han hecho bien”, aseguró el director de La Jornada de Veracruz y agregó “el peso histórico de 35 años de ejercer el poder una y otra vez, desayunar y comer con los Yunes, le va a pasar la factura”.
No es para menos, el apellido Yunes ha sido una constante en las elecciones recientes de Veracruz. “Han estado en todos los procesos electorales y han obtenido bastante poder”, dice Moreno Álvarado.
La dinastía Yunes
De acuerdo con el libro, el mejor ejemplo es Miguel Ángel Yunes Linares, el antecesor de Cuitláhuac García frente a la gubernatura de Veracruz. Desde la década de los setenta ha trabajado en el sector público en una larga lista de puestos en el gobierno federal y de Veracruz, incluyendo tres veces diputado federal y una local, así como el de gobernador.
Tras su paso por la gubernatura de Veracruz, Yunes Linares trató de dejar el puesto a su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, sin embargo, perdió la elección. Miguel Ángel ha sido presidente municipal de Boca Del Rio y diputado local en la entidad veracruzana, actualmente aparece en la lista de candidatos al Senado con su padre –Yunes Linares– como el legislador suplente.
Otro caso es el de Fernando Yunes Márquez, hijo de Yunes Linares y, en consecuencia, hermano de Miguel, quien ha sido presidente municipal de Veracruz, legislador en el Senado de la República y diputado local.
De igual forma está el caso de Héctor Yunes Landa, primo de Yunes Linares, que igualmente ha ostentado cargos políticos desde la década de los setenta, incluyendo dos pasos por la Cámara de Diputados, una por el Senado de la República y otra más en el Congreso de Veracruz.
Aunque Pepe Yunes no es un descendiente sanguíneo directo de los Yunes Linares, esta familia política lo trata como si lo fuera. Tulio Moreno explica que la cercanía es tal que los hermanos Miguel Ángel y Fernando Yunes Márquez llaman primo a Yunes Zorrilla, a su vez que él nombra a Miguel Ángel Yunes Linares como tío.