David García Ramírez, alias ‘El Pistache’, uno de los miembros más cercanos de La Unión Tepito a Roberto Moyado Esparza, conocido como ‘El Betito’, por lo que incluso llegó a ser considerado como el segundo en el orden de la organización criminal, a lo cual se encontraba en el radar de las autoridades.
Fue así que los agentes policíacos visitaron algunos de sus domicilios, así como donde vivía su madre, quien amablemente atendió a los oficiales, sin embargo, no les dijo para donde se había ido.
De acuerdo a reportes de las autoridades capitalinas, la mujer les dijo que hace tiempo vivió con ella, sin negar que era su hijo, al mismo tiempo que confesó que en algunas ocasiones la viene a visitar.
“Daniel García Ramírez, ‘El Pistache’, uno de los miembros de la Unión Tepito más cercanos a Roberto Moyado Esparza, ‘El Betito’, por su efectividad en el control de los antros, y la liga que surgió al sostener una relación sentimental con dos muchachas que son hermanas, se le observaba sin guardaespaldas, ni lentes oscuros o gorras, a veces incluso afuera de su departamento, o manejando cualquiera de sus vehículos hacia el estacionamiento del conjunto, los federales no parecían demasiado empeñados en cubrir sus investigaciones, pues se menciona en sus reportes que fueron a entrevistarse con la madre de ‘El Pistache’, quien los atendió y admitió que era su hijo, ‘vivía aquí, pero ya no, no sé donde esté, de vez en cuando me viene a ver’, externó la amable mujer, según el documento policíaco”, se lee en el libro ‘Cártel Chilango’, del periodista Antonio Nieto.
‘El Pistache’ es reconocido por su efectividad en el control de los antros, y su notoriedad aumentó debido a una relación sentimental con un de dos hermanas, mientras que la otra fue pareja de ‘El Betito’. A menudo se le observaba en actividades cotidianas sin aparente protección especial. En ocasiones, se le vio afuera de su departamento o manejando alguno de sus vehículos hasta el estacionamiento.
De acuerdo con el periodista Antonio Nieto, las autoridades federales no parecían estar muy comprometidas en mantener la discreción de sus investigaciones.
Según un documento policial, los agentes se entrevistaron con la madre de García Ramírez, quien los atendió y confirmó que su hijo solía vivir allí, pero que “ya no, no sé dónde esté, de vez en cuando me viene a ver”, a lo que los agentes ya no intentaron ubicarlo en el domicilio.