Cuánto cuestan las paletas de hielo con forma de logos del Metro de la CDMX

Chilango que se respeta lleva el metro en el alma, y ahora se lo puede comer: Una heladería del sur de la ciudad creo las paletas del Metro de la CDMX, las cuales tienen la forma de los íconos de las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo.

Punksicles, la marca de paletas escultóricas de la Heladería Escandón, son los responsables de crear esta maravilla y, a pesar de que llevan años fabricándolas, recientemente se volvieron virales gracias a las redes sociales.

Las paletas son parte de la colección “Tururú”, y pueden ser sabor horchata, pay de limón o mazapán con chocolate, que es con lo que crean los inconfundibles íconos. El lugar se ubica en Alfonso Reyes 66 en la colonia Condesa, tienen un horario de lunes a domingo de las 12:00 a las 20:00 horas, y los precios de las paletas van desde los 65 pesos.

Además de este tipo de paletas, en la misma heladería puedes encontrar de muchas otras temáticas y de acuerdo a la temporada, como de Taylor Swift, de Pandita, de Nube y hasta de Salomón Chertorivski.

Las paletas del metro de la CDMX son parte del menú regular del establecimiento, y puedes degustar los íconos de las estaciones de la Línea 2, Bellas Artes, Hidalgo y Tacuba.

Si lo tuyo es lo tradicional, la heladería La Especial de París es tu lugar, ya que en este lugar lleno de historia puedes encontrar los clásicos helados y sabores.

Su fundador, Domingo Lozada, comenzó en 1921 haciendo los helados de la manera tradicional en dos garrafas de madera de manera ambulante. Para 1929 compró un puestito de madera en la calle París, la cual le dio su nombre al local. Con el crecimiento natural de la metrópoli, el negocio tuvo que mudarse a un local cercano en 1942, en donde se encuentra hasta nuestros días.

Han sido cuatro generaciones de la misma familia que han continuado el legado de don Domingo, que inició con tres sabores, y actualmente se ofertan 22. Esta heladería es tan conocida que desde actores famoso hasta presidentes han ido a deleitarse con sus sabores. El cronista y poeta mexicano Salvador Novo la catalogó en su libro La nueva grandeza mexicana como uno de los mejores lugares para saborear un buen helado.

En esta tradicional y antiquísima heladería se recomienda probar la nieve de limón y la de vainilla la cual sigue siendo un clásico, ya que se elabora con vaina natural y no con saborizantes. Aparte de los helados, actualmente se venden crepas, waffles, pasteles, entre otras delicias que poco a poco fueron incorporadas al menú.

Los helados, tal como los conocemos hoy, tienen una historia que se remonta a varios siglos atrás; se cree que las primeras formas de helado fueron elaboradas en China hace aproximadamente 2 mil años, donde se mezclaba nieve con frutas y miel. Posteriormente, estas preparaciones llegaron a Persia, donde se desarrollaron las primeras formas de sorbetes enfriados con agua de rosas y frutas.

Un avance significativo ocurrió en Italia durante el Renacimiento. El comerciante Marco Polo, tras sus viajes a China, introdujo en Italia una receta similar al sorbete chino. En el siglo XVI, Catalina de Medici llevó esta tradición a Francia tras casarse con Enrique II, donde los helados comenzaron a ser populares entre la nobleza.

El helado llegó a México durante el periodo colonial, introducido por los españoles tras su llegada en el siglo XVI. Los monasterios y conventos de la época colonial jugaron un papel crucial en la difusión del helado, ya que los religiosos experimentaban con recetas y las compartían entre la población. Así, poco a poco, el helado se convirtió en una golosina popular entre diferentes estratos sociales en México.