Roberto Moyado Esparza, conocido como ‘El Betito’, líder de La Unión Tepito, decidió tomar medidas estrictas contra sus propios miembros ante el aumento de las sentencias por acusaciones de feminicidio,
Según fuentes, las leyes se habían vuelto más duras desde la tipificación del delito de feminicidio, causando preocupación dentro de las filas del cártel.
En una junta que tuvo con los capitanes, presuntamente ‘El Betito’ ordenó a sus subalternos mantener un control más riguroso sobre los miembros que frecuentan pachangas y discotecas.
“Ser acusado de feminicidio causa temor entre los pistoleros del cártel, las leyes se han endurecido tras establecerse el tipo penal, por lo que incluso se hizo una junta, donde supuestamente Roberto Moyado Esparza, ‘El Betito’, ordenó a todos sus capitanes a tener mayor control de sus muchachos, los que salían con escorts o participantes de realities shows o concursos televisivos como ‘Enamorándonos’, de TV Azteca, en las pachangas y discotecas al calor de las copas y por las anfetaminas, no pocos miembros de la Unión se encararon unos con otros por celos”, se lee en el libro ‘Cártel Chilango’, del periodista Antonio Nieto.
Estos encuentros, donde participan escorts y participantes de programas de televisión como ‘Enamorándonos’ de TV Azteca, han sido escenario de conflictos por celos, agravados por el consumo de alcohol y anfetaminas.
“‘Del que me entere de que esté provocando mam...das por las viejas, lo voy a matar’”, sentenció ‘El Betito’ a los integrantes de la organización criminal.
Moyado Esparza había dicho que al miembro que se le sorprendiera cometiendo feminicidio lo iba a asesinar debido a que ese tipo de crímenes lo único que provocaba era que las autoridades le prestaran más atención, al no permitirle que pudiera seguir con sus operaciones.
Uno de los casos más sonados fue el ‘El Pozoles’ y la venezolana Kenny Finol, motivo por el que el narcomenudista fue expulsado de la organización.
El endurecimiento de las leyes ha generado temores entre los pistoleros del cártel, quienes ahora enfrentan severas consecuencias legales si son acusados de feminicidio.
Esta medida busca evitar situaciones que puedan llevar a enfrentamientos internos o a la exposición de actividades criminales del cártel.
Analistas señalan que esta decisión refleja la creciente presión del gobierno y la sociedad para combatir la violencia de género. Además, subraya cómo la criminalidad organizada se adapta a los cambios legales y sociales para proteger sus operaciones y evitar la atención policial.