Las quesadillas son un clásico de la gastronomía nacional. Estos antojitos mexicanos se comen a lo largo y ancho de nuestro país y son el platillo callejero favorito de muchos. Junto a los tacos, las quesadillas son emblema de los platillos que se prueban en las esquinas de nuestro país.
Las hay de muchos ingredientes: de tinga de pollo, de tinga de res, de picadillo, de flor de calabaza, de chicharrón prensado, y aunque sólo tenga sentido en la Ciudad de México, de queso. Los sabores son diversos y las formas de prepararse también.
El maíz con el que se hacen las tortillas para las quesadillas tiene bastantes beneficios nutritivos para el organismo. Contienen carbohidratos, que proporcionan energía, y son ricas en fibra, lo que favorece una digestión saludable. Son una buena fuente de vitaminas del grupo B, particularmente niacina y ácido fólico, esenciales para el metabolismo y la salud del sistema nervioso. Además, contienen minerales como calcio, magnesio, fósforo y potasio.
No obstante, si quieres una quesadilla verdaderamente saludable, debes pedirla con la menos cantidad de grasa. Usualmente, las quesadillas van fritas, sumergidas en aceite; pero si la preparan al comal, será mucho mejor.
En cuanto al relleno, muchos son muy saludables, pero sin duda es el huitlacoche el que te va a proporcionar nutrientes realmente valiosos. El huitlacoche es un hongo comestible que crece en el maíz y es conocido por sus propiedades nutricionales. Aporta proteínas y aminoácidos esenciales, contiene fibra dietética y es una fuente de vitaminas y minerales, como la niacina, el ácido fólico, el fósforo y el magnesio. Respecto al colágeno, el huitlacoche no es una fuente directa de esta proteína estructural, pero su contenido en aminoácidos puede contribuir a la síntesis de colágeno en el cuerpo.
Así que ya sabes, si quieres quitarte el antojo de una quesadilla: que sea al comal, sin aceite, y rellena de huitlacoche.
La gastronomía mexicana, además de deliciosa, es bastante saludable si se sabe preparar. Tiene tantos puntos a su favor que la UNESCO la considera como patrimonio de la humanidad, gracias a su sabor, su historia y su valor cultural.
Para antojar: los sabores más populares de las quesadillas
En México, las quesadillas de maíz son una parte esencial de la gastronomía y se preparan con una variedad de ingredientes que les dan diversos sabores. Algunos de los más populares incluyen:
- Queso: La clásica quesadilla de solo queso, usualmente Oaxaca, panela o queso fresco.
- Flor de calabaza: Popular por su sabor suave y textura distinta.
- Huitlacoche: Conocido como el “trufa mexicana”, aporta un sabor terroso y único.
- Champiñones: Ofrecen un sabor umami y una textura agradable.
- Chicharrón prensado: Con un sabor intenso y crujiente.
- Pepe y cebolla: Los pimientos y la cebolla caramelizada agregan un toque dulce y sabroso.
- Tinga de pollo: Pollo desmenuzado cocido en una salsa de tomate con chipotle.
- Rajas con crema: Pimientos poblanos asados mezclados con crema.
- Papa con chorizo: Mezcla de papas cocidas con chorizo, ofreciendo un sabor contundente.
- Epazote: Aunque es un ingrediente secundario, su aroma distintivo realza el sabor de muchas quesadillas.
Estas combinaciones regionales y tradicionales permiten una amplia variedad de sabores y hacen de las quesadillas de maíz un platillo versátil y muy apreciado en todo México