El presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a la preocupación que Estados Unidos dejó ver ante la supuesta expropiación de los terrenos de Calica, un banco de grava y arena ubicado en el estado de Quintana Roo, y por el que el gobierno ha hecho una oferta de compra.
Fue durante su Mañanera de este miércoles que el presidente López Obrador relató lo ocurrido en el caso de Calica y la empresa propietaria de este banco, la estadounidense Vulcan Materials.
Al respecto, el presidente López Obrador rechazó que se trate de una expropiación la que se emprendió en contra de Calica y, en cambio, apuntó que se trata de una clausura, pues no se permitirá que se dañe el territorio para beneficio de particulares.
“No hay expropiación, estos están adelantando, mintiendo, pero sí va a continuar la clausura, mientras yo esté de presidente no vamos a permitir que sigan destruyendo el territorio”, dijo el mandatario federal.
Los dichos del presidente López Obrador llegan luego de que el secretario de Estadio de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió que la expropiación de los terrenos de Calica en la Península de Yucatán por parte del gobierno mexicano no es una buena manera de atraer inversiones al país.
Sin embargo, el presidente de la República aseguró que la empresa Vulcan Materials es muy influyente en Estados Unidos, pues tiene muchos defensores en el Congreso de Estados Unidos.
Añadió que esta empresa instalada en Playa del Carmen realizó excavaciones para la explotación de grava y arena en la zona, que es “una de las más bellas del mundo” y con lo que “violan todas las leyes ecológicas” para extraer material que finalmente se llevarán a Estados Unidos para arreglar sus calles.
“Llegamos al gobierno, hablamos con ellos y les pedimos que ya no siguieran cometiendo ese ecocidio y al mismo tiempo la Semarnat clausuró el banco, ya lleva el banco como 2 o 3 años clausurado, nosotros con el interés de llegar a un acuerdo les dijimos les compramos, por creo que más de 2 mil millones, se hizo un avalúo y les mandamos a decir”, dijo.
De acuerdo con López Obrador, la oferta era por la compra de de más de 2 mil hectáreas, pero añadió que, de manera paralela, se emprendió un juicio en el que jueces internacionales vinieron a México para dimensionar la destrucción y por lo cual emitirán un fallo en agosto próximo.
López Obrador dijo que aunque en un punto la empresa y el gobierno acordó que se respetaría la clausura impuesta, se percató de que no era así. Entonces, dijo, la Procuraduría fue más estricta en su vigilancia de la región.
“No estamos expropiando, es una clausura porque no podemos quedarnos con lo brazos cruzados cuando se está violando la ley en nuestro país y se esta destruyendo nuestro territorio, queríamos buscar una salida buena”, dijo el mandatario federal.