Dada su cercanía con la Ciudad de México y el estado de Guerrero, Morelos resulta un codiciado territorio para los grupos del crimen organizado que se dedican tanto al tráfico de drogas y armas como al robo de hidrocarburos.
El 2 de junio de 2024 la población morelense elegirá a la persona que relevará como gobernador a Cuauhtémoc Blanco, cuya administración ha sido acusada en múltiples ocasiones de pactar con estructuras delictivas.
Datos de la Fiscalía General del Estado (FGE) obtenidos por Infobae México vía transparencia refieren que a lo largo de la gestión de Blanco Bravo como mandatario de Morelos, en el estado se ha registrado la operación de al menos 55 grupos criminales.
En el listado figuran por igual células independientes, como Los Cahuira, y grupos ligados a las principales organizaciones del país, como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), la Familia Michoacana (FM) y el Cártel del Noreste (CDN).
Al responder una solicitud de información sobre la presencia de este tipo de grupos en el territorio, la Fiscalía del estado únicamente brindó detalles respecto a tres regiones: metropolitana, oriente y sur poniente.
En este sentido, desde 2019 hasta 2024, se ha identificado la operación de las siguientes organizaciones en cada zona:
- Metropolitana: Pelones, Población de Tetecalita, Ya Saben Quién, La Oficina, El Infierno, La Mera Verga (sic.), La Nueva Empresa Señorón, El Pueblo Morelense, El Cártel Fantasma, Crispín, Familia Michoacana, Gente del Macho Prieto, Los Mismos de Siempre, Comandado Cachorro y Federación Morelense.
- Oriente: Familia Michoacana, La Mera Verga (sic.), Banda Temalaco, El Profe, La Nueva Generación (LNG), Gente Nueva, El Griego FM, La Comandante Candy, Teniente Rex El Vara, Comando Élite, Pito Duro (sic.), El Sangre Brava, KG, El Milton, Pura Gente del Señor Quiroga, JW, El Barbas Jefe de Jefes, Autodefensas de Cuautla, El Limpiador, El Borrego, El Nuevo Cártel SS, Ya Saben Quién, Los Reyes Magos, XXX y La Verga (sic.).
- Sur poniente: Comandante Cabeza de Manteca, Pegaso, La Nueva Generación, Cártel del Noreste, La Verga del Pueblo (sic.), Familia Michoacana, Señor de los Caballos, Crispín, Los Cahuira, La Nueva Administración, El Carrete, Los Rojos, El Flaco, La Gente de los Caballos, La Mera Verga (sic.), Comandante Kaly FM, La Tropa del Infierno, El Viejón de la Gorra Azul, Unión Morelense y Federación Guerrerense (Los Tlacos), Los de Siempre y Vieja Escuela Cártel del Noreste.
En el documento que la Fiscalía compartió a este medio no se especificó cuáles de los grupos criminales se mantienen activos. Además, pese a que se requirió un listado de las actividades delictivas asociadas a cada uno, esto fue omitido bajo el argumento de que “no cuenta con la información” y son datos que forman parte de varias carpetas de investigación.
No obstante, en abril de 2024 José Antonio Ortiz Guarneros, titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), reconoció que hasta ese momento Morelos era un territorio en disputa entre 16 organizaciones criminales.
Meses antes, en agosto de 2023, el fiscal de la zona sur de Morelos, Héctor David Pérez Avilés, reconoció que en la entidad se mantienen activas bandas independientes y otras relacionadas con el CJNG y el Cártel del Noreste, aunque no profundizó en los nombres de cada una.
Cabe destacar que en el breve informe entregado por la Fiscalía no se incluye al Comando Tlahuica, una organización emanada del Cártel de los Beltrán Leyva que habría sido beneficiada por Cuauhtémoc Blanco en 2019 con el control del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Cuernavaca (SAPAC).
En enero de 2024 el periodista Jesús Lemus escribió un artículo para El Sol de Morelia en el que reveló que, además del negocio de las drogas, las estructuras criminales que operan en Morelos han diversificado sus fuentes de ingresos, pues se han apropiado de actividades como el tráfico de migrantes, extorsión, cobro de piso, seguridad a empresas mineras, tráfico de medicinas, manejo de casinos, cobro de agua potable y venta de servicios de internet.
La expansión de estos grupos a sectores que no son propiamente ilícitos suele estar acompañada de amenazas y violencia, además de que dificulta el rastreo del dinero con el que, posteriormente, costean el resto de sus actividades.