Aunque su principal actividad es la producción y el tráfico de drogas, el Cártel de Sinaloa es vinculado cada vez más a otros delitos. Así lo evidencian diversas investigaciones periodísticas y el reciente informe de la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024.

De acuerdo con la agencia estadounidense, el cártel de drogas liderado actualmente por Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Los Chapitos es identificado como una organización criminal trasnacional debido a que no sólo produce y distribuye narcóticos. También se dedica a la extorsión, robo de petróleo ―huachicoleo―, robo de minerales, prostitución. cobro de piso, lavado de dinero, tráfico de armas y tráfico de migrantes.

Respecto a este último delito y ‘negocio ilícito’, destaca un aumento de la participación del Cártel de Sinaloa en lo que va de 2024.

Aunque sus principales zonas de operación son Altar, Sáric o Benjamín Hill, municipios de Sonora controlados por Los Chapitos, un reciente reportaje del semanario Zeta da a conocer otra entidad que ha resultado afectada por ello: Baja California.

Hao Zeng, de 29 años de edad y originario de China Occidental, relató al semanario Zeta su experiencia al intentar cruzar la frontera entre México y EEUU desde Tecate-Tijuana, revelando con ello la forma en la que el CDS opera.

De acuerdo con el joven, a su llegada a Baja California y tras una larga travesía decidió contactar a unos ‘polleros’ a través de redes sociales. Durante la conversación, los traficantes le prometieron enseñarle “el mejor camino” hacia el país de las barras y estrellas a cambio de un pago de 5 mil dólares.

El tan esperado día llegó y fue trasladado en taxi hasta el punto de partida. Ahí fue instruido a subir una montaña y correr hacia el muro; pero durante el trayecto ocurrió lo inesperado.

Miembros de una presunta célula criminal del CDS que opera en la zona fronteriza y disputa contra el Cártel Arellano Félix (CAF) y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo atacaron con armas de grueso calibre. Sin poder moverse, Zeng fue alcanzado por sus agresores y privado de la libertad.

Al cuarto día y con heridas visibles, el joven logró escapar de uno de sus captores y fue auxiliado por personas que transitaban en la autopista.

Tras las revelaciones de Zeng, Zeta pudo constatar que los traficantes de personas que laboran para el Cártel de Sinaloa suelen cobrar entre 12 mil y 20 mil dólares por pasar a alguien del otro lado la frontera. Todo depende del lugar de cruce.

Sin embargo, la mayoría de las personas que adquieren el servicio del CDS o el Cártel de los Arellano Félix, la otra organización que ha implementado este negocio, no viven para contarlo.