Té blanco: esta es la forma en que puedes tomarlo para rejuvenecer por dentro y por fuera

Sin duda los tés suelen ser excelentes fuentes de antioxidantes; sin embargo, aunque existen unos muy conocidos como el té verde, existen otros menos populares que pueden ser incluso mejores pero muchas personas no están aprovechando sus beneficios.

Este es el caso del té blanco, el cual es uno de los que aporta la mayor cantidad de antioxidantes de entre los diferentes tipos de té que podemos encontrar.

Y es que el té blanco es una variedad de té que se elabora a partir de las hojas jóvenes y los brotes sin abrir de la planta Camellia sinensis y a diferencia de otras variedades de té, como el té verde o el té negro, el té blanco pasa por un proceso de procesamiento mínimo. Se cosechan las hojas y brotes tiernos, se dejan marchitar y luego se secan, lo que preserva una mayor cantidad de compuestos antioxidantes y nutrientes.

El nombre “té blanco” proviene de los finos pelos blancos que cubren los brotes de la planta, dándole un aspecto plateado. Su sabor es más suave y delicado en comparación con otras variedades de té, y a menudo tiene notas florales y dulces.

Es así que este té es apreciado no solo por su sabor, sino también por sus múltiples beneficios para la salud, incluidos sus efectos antioxidantes, antiinflamatorios y potenciadores del sistema inmunológico ya que se estima que posee hasta 12 veces más concentración de antioxidantes que el té verde.

Es precisamente debido a su gran concentración de antioxidantes que uno de sus principales beneficios es que ayuda a retrasar el envejecimiento prematuro, tanto por dentro como por fuera. Y es que mientras de manera interna protege al cuerpo del daño celular provocado por agentes externos, de manera externa brinda luminosidad y elasticidad a la piel.

Lo anterior es debido a que el té blanco no pasa por un proceso de fermentación, lo que permite que las propiedades curativas de sus catequinas, un tipo de antioxidante, permanezcan activas, manteniendo sus efectos rejuvenecedores. Esto contribuye a la producción de colágeno y elastina, dos proteínas fundamentales para la piel.

Además, el té blanco ayuda a reparar y cicatrizar los tejidos dañados por brotes de acné o manchas, y protege la piel de los daños causados por los rayos UV.

Además de los beneficios para rejuvenecer, el consumo de té blanco ofrece muchos otros beneficios para la salud, entre los que se encuentran los siguientes:

• Propiedades antioxidantes: El té blanco es rico en antioxidantes como las catequinas y polifenoles, que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, reduciendo el daño oxidativo y el envejecimiento celular.
• Mejora de la salud cardiovascular: Su consumo regular puede ayudar a reducir el colesterol LDL (malo) y aumentar el colesterol HDL (bueno), mejorando la salud del corazón y reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
• Propiedades anticancerígenas: Los antioxidantes y compuestos bioactivos presentes en el té blanco pueden inhibir el crecimiento de células cancerígenas y reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer
• Pérdida de peso: El té blanco puede favorecer la pérdida de peso al aumentar el metabolismo y contribuir a la quema de grasas, especialmente cuando se combina con una dieta equilibrada y ejercicio regular.
• Fortalecimiento del sistema inmunológico: Sus compuestos antioxidantes y antiinflamatorios ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorando la respuesta del cuerpo ante infecciones y enfermedades.
• Reducción del estrés: Contiene aminoácidos como la L-teanina, que tiene efectos relajantes y pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, mejorando el bienestar general.
• Mejora de la salud ósea: Algunos estudios sugieren que el té blanco puede aumentar la densidad ósea y reducir el riesgo de osteoporosis, especialmente en personas mayores.
• Salud dental: Contiene fluoruro, catequinas y taninos, que ayudan a fortalecer los dientes, previniendo la formación de caries y combatiendo las bacterias nocivas en la boca.

Cabe mencionar que la mejor manera de tomarlo es por la mañana, ya sea en ayunas o para acompañar el desayuno. Se recomienda tomar entre una y dos tazas al día por lo que la segunda toma podría ser por la noche antes de ir a dormir.

Recuerda que para mejorar los resultados deseados también debes tener una buena alimentación y hábitos saludables.