Para quienes fuman, hacerlo es un momento de relajación, donde pueden disfrutar el sabor y olor de un cigarro. Sin embargo, aunque puede verse como una decisión personal, fumar, como cualquier otra actividad, requiere normas y reglas que deben seguirse, ya que pueden afectar e incluso molestar a las personas que los rodean.
Según el Gobierno de México, en el país hay 16 millones 996 mil 102 personas que son fumadoras. Aunque existen normas que deben seguirse de acuerdo con el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, hay algunas que no son tan evidentes. El Manual de Carreño nos puede guiar sobre estas últimas y ayudarnos a ser fumadores más educados, considerados y conscientes con nuestro entorno y las personas que nos rodean.
Cómo ser un buen fumador
- Un hombre nunca debe prender un cigarrillo sin antes preguntar a las damas presentes si el olor a cigarrillo o el humo las molesta o las ofende.
Hoy en día se debe preguntar a todas las personas presentes que se encuentren cerca de nosotros, el humo de cigarro puede resultar molesto para cualquier persona, no sólo para las mujeres.
- No es correcto que encienda un cigarrillo sin antes ofrecer uno a todos los presentes.
Esta es una regla de cortesía básica; sin embargo, no se considera correcto pedir cigarros a personas con las que no tengas confianza.
- Nunca debe apagarse un cigarrillo ni desecharse la ceniza en un plato o taza; para esto debe usarse única y exclusivamente el cenicero; después de todo, para eso se ha hecho. En caso de que no haya algún cenicero a la mano, debe solicitar uno a su anfitriona.
La ceniza de cigarro puede ser molesta de limpiar, además que si cae en algún mueble o silla puede dejar rastros de un aroma no muy agradable.
- Un cigarrillo siempre debe apagarse completamente en el cenicero, no debe dejarse semi apagado, pues el humo suele ser muy molesto y desagradable para todos los presentes.
Aunque las personas a nuestro alrededor nos aseguren que no hay problema si tenemos un cigarro encendido es importante, y de buena educación, no exponerlas tiempo innecesario al humo.
- Tampoco es correcto entrar en un restaurante o cualquier casa con un cigarrillo encendido.
Al entrar a un lugar con un cigarro encendido no estamos considerando a las personas que se encuentran en el lugar y pueda parecerles molesto el humo. Es mejor si esperamos y preguntamos para no ocasionar molestias a los presentes.
- Se considera de mala educación tener un cigarrillo en los labios mientras habla.
Esto puede estar relacionado a que se considera de mala educación hablar de una forma en la que no se entienda lo que estamos diciendo. Un cigarro en los labios puede dificultar este acto.
Los buenos modales nunca pasan de moda
El pedagogo venezolano Manuel Antonio Carreño fue el encargado de escribir El Manual de Carreño cuyo nombre real es El Manual de Urbanidad y Buenas Maneras. Fue publicado por primera vez en 1853 y cuenta con varios capítulos que giran en torno al correcto comportamiento en la calle, la casa, espacios de trabajo, cuando vamos de visita, etcétera.
Podría decirse que hoy en día el manual se encuentra en desuso; sin embargo, sólo es necesario leer algunas páginas para darnos cuenta que mucho de su contenido es lógico e importante para la sana convivencia en sociedad.