Sus títulos como sede de los Poderes de la Unión y como la segunda entidad más poblada del país colocan a la Ciudad de México como uno de los botines más atractivos para las figuras políticas en las elecciones de 2024. No obstante, hay otros actores que también han fijado su interés por controlar la capital: los miembros del crimen organizado.
En una conversación con la periodista Danielle Dithurbide en enero de 2020, la recién llegada fiscal general Ernestina Godoy reconoció que en la CDMX operaban cárteles del narcotráfico. La Unión, la Anti Unión y “grupos organizados muy locales” fueron los que reconoció en ese momento la funcionaria.
Durante décadas, las autoridades se empeñaron en negar la presencia de estas estructuras criminales en la CDMX a pesar de las huellas y evidencias que habían dejado a su paso. Admitir la existencia de estas operaciones significaba que los cárteles se habían adentrado al territorio más densamente poblado del país. Pero ¿por qué es importante la CDMX para el narco?
David Fuentes, periodista y coautor del libro Narco CDMX: el monstruo que nadie quiere ver, mencionó en entrevista con Infobae México algunos aspectos que hacen de la capital un territorio de suma relevancia para la delincuencia organizada.
El aeropuerto más grande de México al servicio del crimen organizado
Uno de los principales factores es el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Al ser el mayor punto de conexiones aéreas de todo el país, esta terminal ha sido un importante centro de operaciones para grupos como el Cártel de Sinaloa.
El juicio contra Genaro García Luna reveló la complicidad que existía en el sexenio de Felipe Calderón entre este cártel y las autoridades para permitir el libre flujo de dinero, armas y drogas. Casi dos décadas después, la facción liderada por Ismael ‘El Mayo’ Zambada mantiene el AICM bajo su dominio para traficar narcóticos y controlar las rutas de entrada al país.
“Renta las rutas de llegada, las bodegas y todo lo que tiene que ver con arribos internacionales. Ellos saben quién entra, quién sale, quién toma ese avión, para dónde va”, señaló Fuentes en la entrevista.
La ubicación del AICM es otro factor a considerar para las operaciones del narcotráfico. Debido a que a su alrededor hay numerosos barrios y zonas habitacionales, “es más fácil la distribución de sustancias ilegales que se sacan de ahí sin problema y se esconden en casas de seguridad a unos pocos metros”, puede leerse en el libro que Fuentes coescribió con Antonio Nieto y Sandra Romandía.
Central de Abasto, el discreto escondite para grupos criminales
Con una capacidad para albergar más de 100 mil toneladas de productos, la Central de Abasto (CEDA) es un punto sumamente atractivo para el crimen organizado del que poco se habla.
“Es la bodega más importante y de mayor extensión de todo el país para guardar drogas. Ahí cualquier estructura criminal puede rentar una bodega. ¿Cuándo se ha dado a conocer una revisión o un decomiso de un cargamento importante de droga en la Central de Abasto? ¿Cuándo se ha mencionado que las autoridades hayan hecho un retén o un cateo dentro de la Central de Abasto? Nunca”, expuso el periodista.
La razón detrás de esta falta de operativos, según sus consideraciones, el beneficio económico que se obtiene con la renta de estos espacios y con el trasiego de drogas y armas hacia la Central.
Un documento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de agosto de 2022 expone que en la CEDA se han encontrado “grandes cantidades de droga escondida entre cajas de madera de frutas y verduras”. Tales cargamentos llegan al mercado mayorista por medio de tráileres desde otros estados del país.
“Estas bodegas son controladas por cárteles internacionales, estamos hablando de Los Mayos, del Cártel de Jalisco Nueva Generación que ahí tienen sus almacenes y nadie se da cuenta”, explica el especialista en temas de seguridad.
CDMX: el punto que conecta a las distintas rutas del narco
Por su sola ubicación geográfica, la capital del país se ha consolidado como un nodo entre varias rutas que los cárteles aprovechan para efectuar sus operaciones.
A través de las zonas colindantes de Morelos y el Estado de México, los grupos criminales tienen la capacidad de introducir a la CDMX las mercancías ilícitas que desembarcan en los puertos de Guerrero y Michoacán, acorde con los detalles compartidos por David Fuentes para este medio.
Adicionalmente, la CDMX forma parte de lo que la Sedena identifica como la ‘Ruta Centro’ del tráfico de arsenal y enervantes, la cual traza una conexión desde el estado de Veracruz hasta Zacatecas. A partir de ahí, se ramifica para alcanzar dos destinos fronterizos: Juárez (Chihuahua) y Piedras Negras (Coahuila).
Los refugios del crimen organizado en la CDMX
Hacia el final de la conversación, David Fuentes resaltó que hay algunas zonas de la Ciudad de México que llaman la atención de las estructuras delictivas por la seguridad que les pueden brindar.
Tal es el caso de alcaldías como Tlalpan, Xochimilco y Tláhuac, que al colindar con el Edomex y con Morelos “son como tierra de nadie, les interesa para esconderse, para tener ocultas sus armas y bodegas donde guardan algo de mercancía”.
Por otro lado, los edificios y complejos habitacionales de zonas como Santa Fe y las colonias Del Valle, Roma y Condesa han sido la elección de quienes integran estos grupos para tener sus viviendas y tratar de pasar desapercibidos.