¿Qué pasó con el cráter de Chicxulub que dejó el meteorito que se estrelló en México y habría extinguido a los dinosaurios?

El cráter formado tras el impacto de un asteroide hace 66 millones de años es objeto de numerosas investigaciones

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El Cráter de Chicxulub, ubicado en la Península de Yucatán, es una formidable estructura geológica que se formó hace aproximadamente 66 millones de años.  (Imagen Ilustrativa Infobae).
El Cráter de Chicxulub, ubicado en la Península de Yucatán, es una formidable estructura geológica que se formó hace aproximadamente 66 millones de años. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Próximamente se estrenará la serie documental “Chicxulub: El Meteorito que Cambió al Mundo”, la cual revela los secretos del impacto del meteorito que desencadenó una extinción masiva hace millones de años en Chicxulub, Yucatán. Este proyecto cinematográfico, dirigido por el divulgador científico Rodolfo Juárez, consta de seis episodios que transportan a los espectadores al pasado, explorando cómo este evento transformó radicalmente la vida en la Tierra.

El Cráter de Chicxulub, ubicado en la Península de Yucatán, es una formidable estructura geológica que se formó hace aproximadamente 66 millones de años. Este cráter, cuyo diámetro se estima en alrededor de 150 kilómetros y una profundidad de casi 20 kilómetros, es el vestigio del impacto de un asteroide de entre 10 y 15 kilómetros de diámetro, un evento que se cree ha tenido consecuencias catastróficas a nivel global.

Fue descubierto por Antonio Camargo Zanoguera, Glen Penfield y colaboradores, geofísicos que trabajaban en Yucatán para Petróleos Mexicanos (Pemex) en la búsqueda de yacimientos de petróleo a finales de la década de 1970. Inicialmente, no se encontraron pruebas concluyentes que demostraran que esa estructura geológica inusual era un cráter de impacto, lo que llevó al abandono de las investigaciones.

Aún se puede apreciar los rastros del impacto del asteroide que cayó en hace 66 millones de años. (Archivo Infobae)
Aún se puede apreciar los rastros del impacto del asteroide que cayó en hace 66 millones de años. (Archivo Infobae)

El impacto del asteroide que creó el cráter de Chicxulub está asociado con la extinción masiva de los dinosaurios y de aproximadamente el 75% de las especies vivas de aquel entonces. Esta teoría se respalda con la datación de las rocas y capas geológicas que coinciden con el período conocido como el límite K-T (Cretácico-Paleógeno).

La confirmación de esta teoría comenzó con el descubrimiento de una capa de iridio, un elemento raro en la corteza terrestre pero común en asteroides, en el registro geológico de diversas partes del mundo. Los investigadores Luis y Walter Alvarez, junto a su equipo, encontraron esta capa y propusieron la hipótesis del impacto en 1980. Posteriormente, en la década de 1990, se identificó el cráter en Chicxulub como el sitio del impacto.

El cráter ha sido objeto de numerosas investigaciones. Los estudios sísmicos y perforaciones han permitido a los científicos entender mejor la magnitud y las consecuencias del impacto. Los datos obtenidos revelan que el impacto habría liberado una energía equivalente a varios millones de megatones de TNT, causando incendios masivos, tsunamis gigantescos y levantando una inmensa nube de polvo y aerosoles a la atmósfera.

Esta nube de material habría bloqueado parcialmente la luz solar, provocando un “invierno de impacto” que duró varios meses o incluso años. La disminución de la luz solar habría interrumpido la fotosíntesis, llevando al colapso de cadenas alimentarias y afectando gravemente la vida en la Tierra. Además, el impacto habría liberado grandes cantidades de gases como el dióxido de carbono y el azufre, acrecentando el efecto invernadero y causando lluvias ácidas.

L/B Myrtle Offshore Support Vessel, una plataforma científica en el golfo de México que estudia el cráter submarino Chicxulub originado por el impacto del asteroide (Ronaldo Schemidt/Agence France-Presse — Getty Images)
L/B Myrtle Offshore Support Vessel, una plataforma científica en el golfo de México que estudia el cráter submarino Chicxulub originado por el impacto del asteroide (Ronaldo Schemidt/Agence France-Presse — Getty Images)

Incluso la mayor erupción volcánica explosiva que se conoce, la que creó la Caldera de La Garita en Colorado, Estados Unidos, liberó aproximadamente 10 zettajulios, lo que es significativamente menos poderoso que el impacto de Chicxulub. El asteroide que formó el cráter habría ingresado a la Tierra a una velocidad de 20 km/s (72 000 km/h), unas 10 veces más rápido que las balas de algunos de los rifles más veloces creados por el hombre, pero apenas un tercio de la velocidad con que el cometa Shoemaker-Levy 9 impactó contra Júpiter en 1994.

El sitio del impacto en Chicxulub también contiene estructuras llamadas anillos de pico, que son formaciones montañosas creadas por el rebote y colapso del lecho rocoso en el momento del impacto. Estos anillos proporcionan información sobre la energía del impacto y las propiedades del asteroide. Las perforaciones en el cráter han recuperado muestras de estas estructuras, permitiendo observar los minerales y microfósiles presentes.

Las investigaciones en tierra y mar continúan, ya que gran parte del cráter se encuentra sumergido bajo el Golfo de México, lo que añade desafíos logísticos a su estudio. Sin embargo, los descubrimientos hasta la fecha han sido vitales para entender la historia de la Tierra y los eventos que pueden cambiar su biota drásticamente.

Además del interés científico, el cráter de Chicxulub se ha convertido en un punto de interés público y educativo. Existen esfuerzos de conservación y creación de centros interpretativos para educar al público sobre su importancia geológica y su impacto en la historia de la vida en la Tierra.

El impacto de Chicxulub y la subsiguiente extinción masiva marcan el fin del período Cretácico y el inicio del Paleógeno, uno de los eventos más definitorios en la historia de la Tierra.

¿Por qué se recuperó tan rápido la vida en el cráter?

Puerto de Chicxulub en Yucatán. (Archivo Infobae)
Puerto de Chicxulub en Yucatán. (Archivo Infobae)

Una investigación internacional, publicada en el 2020 en la revista ‘Geology’ y con participación de la Universidad de Granada (UGR), dio luz sobre nuevos datos acerca de la rápida recuperación de la vida en el cráter de Chicxulub.

Los resultados revelan que, tras una rápida recuperación inicial de algunos organismos en pocas decenas de años, la vida en el fondo marino del cráter alcanzó niveles similares de abundancia y diversidad a los previos al impacto en solo 700 mil años, un tiempo considerablemente corto a escala geológica.

El estudio arroja que tras 700 mil años, la comunidad de organismos generadores de trazas, como ‘Chondrites’, ‘Palaeophycus’, ‘Planolites’ y ‘Zoophycos’, se había recuperado completamente. Este proceso no fue brusco, sino el resultado de fases de diversificación, estabilización y consolidación, confirmando la productividad biológica como factor clave.

El cráter de Chicxulub, hoy en día, se encuentra en gran parte oculto bajo la superficie de la Península de Yucatán, extendiéndose tanto en tierra como en el Golfo de México. La mayor parte del cráter está enterrada bajo capas de sedimentos, lo que lo hace prácticamente invisible a simple vista. Sin embargo, su impacto sigue siendo estudiado a través de exploraciones geofísicas y perforaciones científicas.

En la actualidad, el área es habitada y utilizada para diversas actividades humanas, incluyendo agricultura y asentamientos urbanos. La región también es un punto de interés turístico y científico debido a su importancia geológica e histórica.

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