De acuerdo con palabras de los habitantes de los estados de Nuevo León y Tamaulipas, la organización criminal de Los Zetas, siempre fue descrita como una de las más violentas, sin embargo, a pesar de esa personalidad, también tenía gustos musicales, es por ello que el regional mexicano formaba parte de su cultura.
El periodista Diego Enrique Osorno en su investigación para crear el libro ‘La Guerra de Los Zetas’, realizó un sondeo, en el que preguntó como describían a los presuntos criminales, a lo cual las personas le dijeron que eran personas extremadamente violentas, las cuales siempre se movían en camioneta blindadas.
“Los integrantes del grupo criminal de Los Zetas, escuchan música de Broncos de Reynosa, Intenso e Intocable; saben manejar desde una nueve milímetros hasta misiles tierra-aire, pasando por granadas y fusiles de asalto MP-5″ relató el autor del libro ‘La Guerra de Los Zetas’, Diego Enrique Osorno.
Con respecto a los grupos musicales que les gustaba escuchar, estaban Intocable, Los Broncos de Reynosa, así como Intenso, los cuales eran del agrado de los habitantes de aquella región, por su cercanía con Texas, y por Tamaulipas, nada comparado con la música de banda que les llama la atención a los capos sinaloenses.
Con respecto a otras de sus características, era que no les gustaba andar rapados, pues uno de los distintivos de otras organizaciones criminales de las que eran rivales.
Así ofrendaban Los Zetas a la Santa Muerte
La violencia asociada al narcotráfico sigue afectando a la región con un nuevo asesinato ocurrido el martes por la noche en una colonia popular de Monterrey entre las siete y las diez, según informaron varios noticieros televisivos.
Este homicidio pone de manifiesto un patrón inquietante en la ciudad. Un reportero especializado en crímenes violentos ha resaltado que los martes son particularmente peligrosos debido a las ofrendas que los sicarios realizan a la Santa Muerte, una figura venerada en ciertos sectores de la subcultura del narcotráfico. Esta creencia es significativa para algunos, ya que consideran que realizar estas ofrendas protege su actividad ilícita.
“‘Los mañosos matan en martes porque es el día en que le gustan las ofrendas a la Santa Muerte’ —¿Y por qué entre las siete y las diez? —Porque a esa hora están los noticieros estelares de la televisión. Al día siguiente, en efecto, un hombre de entre veinte y treinta años —la edad promedio de los ejecutados locales— había muerto asesinado en una colonia popular”, narró el autor del libro ‘La Guerra de Los Zetas’.