Yohari Belén Solís Arreola, estudiante de 18 años, sería una de las víctimas de la matanza que perpetró un grupo de hombres armados el pasado 13 de mayo en la comunidad de Morelia, correspondiente al municipio de Chicomuselo, Chiapas.
La poca información proporcionada por Fiscalía General del Estado (FGE) refiere que una célula de posibles sicarios se adentró en la localidad y ejecutó a 11 personas. Además, se presume que varias viviendas habrían sido incendiadas.
Tal agresión ocurrió en el contexto de la disputa que mantienen facciones del Cártel de Sinaloa y del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) para apropiarse de la región serrana de Chiapas. Sin embargo, los primeros informes detallan que ninguna de las 11 víctimas tenía relación con este conflicto. Eran civiles indefensos.
Dentro de este grupo está Yohari Solís, joven que cursaba el sexto semestre de bachillerato en el Centro Educativo 258 de Nueva Morelia, perteneciente al sistema de Educación Media Superior a Distancia (EMSaD).
Su fallecimiento fue confirmado por autoridades educativas a través de las redes sociales del Colegio de Bachilleres de Chiapas durante la mañana del 14 de mayo. “Excelente alumna, maravilloso ser humano y querida amiga”, fueron las palabras con las que el personal de la institución la describió.
Un mes antes, el 8 de abril, Yohari y su familia viajaron a Frontera Comalapa para asistir a uno de los mítines de Eduardo Ramírez Aguilar, candidato a gobernador por la coalición Sigamos Haciendo Historia, según información compartida por el diario El Impacto.
El motivo de su asistencia al evento de campaña no era sumarse como simpatizantes del político, sino externarle su preocupación por la inseguridad que se vive en la zona debido a la confrontación entre organizaciones delictivas.
Días antes de que ocurriera este crimen, habitantes de Chicomuselo habían denunciado enfrentamientos entre bandos antagónicos del crimen organizado.
Para atender esta situación se desplegaron más de 200 elementos de seguridad tanto a este municipio como a Frontera Comalapa y se instalaron al menos dos puestos de control vehicular bajo vigilancia de las Fuerzas Armadas.
“El Grupo Interinstitucional encabezado por la Fiscalía General del Estado (FGE) a través del Fiscal del Ministerio Público de Chicomuselo realizaron el levantamiento de los cuerpos haciendo un reconocimiento médico de los mismos y efectuando la diligencia de identificación de cadáveres con los familiares”, compartió la dependencia estatal a través de un comunicado.
La pugna por el control territorial entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa ha generado altos niveles de violencia desde 2021. Los constantes ataques e intentos por adueñarse de las rutas de tráfico de migrantes y drogas han provocado que cientos de habitantes de la región fronteriza abandonen sus comunidades.