Estas son las zonas de la CDMX con menor responsabilidad en la declaración de una contingencia ambiental

Durante la tarde del pasado lunes 13 de mayo, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) activó la fase 1 de contingencia ambiental en la zona metropolitana del Valle de México debido a los altos niveles de contaminación.

La CAMe anunció para este martes 14 de mayo que se mantendrá la fase 1 de contingencia ambiental atmosférica por ozono, además de que avanzado el medio día, la mayoría de las alcaldías de la capital presentaban “muy mala” calidad del aire.

Pese a lo anterior, hay algunas alcaldías que no presentan mala calidad del aire, por lo que su responsabilidad en la declaración de contingencia ambiental, se podría considerar como menor.

De acuerdo con el reporte que emitió la calidad del aire de la Ciudad de México, hasta las 17: 00 horas, las demarcaciones que presentan “muy mala” calidad del aire son: Azcapotzalco, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc.

Mientras que las alcaldías que tienen “mala” calidad del aire son: Tlalpan, Benito Juárez, Coyoacán, Iztacalco, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón e Iztapalapa.

Por otro lado, las alcaldías que presentan una calidad de aire aceptable son Cuajimalpa y Tláhuac.

Además de Cuajimalpa y Tláhuac, otras alcaldías que presentan una menor responsabilidad en cuanto a la mala calidad del aire se encuentran Tlalpan, Álvaro Obregón e Iztacalco, debido a que constantemente su estatus en cuanto a calidad del aire suele ser “aceptable”.

La CAMe emitió una serie de medidas que recomienda que se realicen para evitar problemas de salud por la mala calidad del aire. Se exhorta a realizar lo siguiente:

- Evitar hacer actividades cívicas, culturales y de recreo, así como evitar hacer ejercicio al aire libre entre las 13:00 y las 19:00 horas.

- Suspender cualquier actividad al aire libre, organizada por instituciones públicas o privadas, en un horario comprendido entre las 13:00 y las 19:00 horas.

- Se recomienda posponer los eventos al aire libre, deportivos, culturales o espectáculos masivos, programados entre las 13:00 y las 19:00 horas.

- Se recomienda no fumar, especialmente en espacios cerrados.

La mala calidad del aire tiene impactos significativos en la salud humana, extendiéndose desde efectos a corto plazo hasta problemas crónicos a largo plazo. Los contaminantes del aire como partículas finas (PM2.5), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), ozono (O3) y dióxido de azufre (SO2) pueden provocar y agravar distintas afecciones médicas.

- Enfermedades respiratorias: la exposición a contaminantes puede causar y exacerbar enfermedades respiratorias como el asma, bronquitis crónica, enfisema y otras afecciones pulmonares obstructivas crónicas (EPOC). Los síntomas incluyen dificultad para respirar, tos y aumento de la mucosidad.

- Problemas cardiovasculares: la contaminación del aire se asocia con un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo infartos, hipertensión y stroke. Los contaminantes pueden causar inflamación en el cuerpo, afectando directamente el corazón y los vasos sanguíneos.

- Efectos sobre el embarazo: la exposición a la contaminación del aire durante el embarazo se ha vinculado con un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en la salud del niño.

- Impacto en el sistema nervioso: investigaciones recientes sugieren que la mala calidad del aire podría estar relacionada con problemas neurológicos, incluidos el deterioro cognitivo, enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer y Parkinson, y puede afectar el desarrollo del cerebro en niños.

- Cáncer: algunos contaminantes del aire son carcinógenos conocidos, como ciertos compuestos orgánicos volátiles y partículas finas, y han sido vinculados con un mayor riesgo de desarrollar cáncer, especialmente cáncer de pulmón.

- Efectos a largo plazo en los niños: los niños son especialmente vulnerables a los efectos de la contaminación del aire, ya que respiran más rápido que los adultos y sus pulmones están aún en desarrollo. La exposición prolongada puede resultar en daños permanentes, incluyendo reducción de la función pulmonar y desarrollo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares en la edad adulta.