Guadalajara, una ciudad de rica diversidad cultural, es reconocida tanto en México como en el extranjero por su vibrante gastronomía, monumentos históricos y personalidades emblemáticas.
Ubicada en el occidente del país, esta metrópoli es la capital del estado de Jalisco y se beneficia de una extensa área territorial que incluye una dinámica zona metropolitana interconectada por un eficiente sistema de transporte público. Además, se mantiene a la vanguardia en la implementación de energías renovables.
Conocida cariñosamente como la “Perla de Occidente”, Guadalajara recibe este apodo debido a su ubicación geográfica en la región occidental de México. Asimismo, su nombre tiene un origen interesante: proviene del árabe y significa “río de piedras” o “río que corre entre piedras”. Esta conexión etimológica ha llevado a algunos a teorizar que el término “perla” podría estar relacionado con la idea de un río entre piedras preciosas.
¿De dónde surge el nombre de ‘Perla Tapatía’?
El gentilicio de los habitantes de Guadalajara es “tapatío”. La palabra se origina del náhuatl “tapatiotl”, que significa “vale por tres”, un término que en el siglo XVII se utilizaba como una unidad de valor en los mercados locales.
Esta palabra estaba vinculada al sistema comercial de los antiguos tianguis de Guadalajara, donde los trueques de productos se realizaban bajo un sistema que otorgaba tres piezas por un mismo valor. Con el tiempo, los españoles adoptaron y distorsionaron esta palabra, pasando a decir “tapatío”, y así se popularizó para referirse a los habitantes de la ciudad.
Existen otras teorías sobre el origen de “tapatío”. Una versión sugiere que “tlapatiotl” se refería a un costal con 10 cacao que se intercambiaba por tres cosas. Una leyenda más coloquial cuenta que proviene de una vendedora de tamales de Tlaquepaque, Jalisco. Ella solía decir “¡Tapa, tío!”, refiriéndose a que su tío tapara la olla, y esta expresión fue adoptada localmente y se popularizó.
El término “Perla Tapatía” refleja la admiración hacia Guadalajara, pero pocos conocen el origen exacto de esta expresión. La palabra “Perla” simboliza algo perfecto, mientras que “tapatía” hace referencia a los habitantes de Guadalajara.
El nombre de la ciudad fue otorgado por Nuño Beltrán en 1532 en honor a su ciudad natal en España, también llamada Guadalajara. La leyenda cuenta que, durante la ocupación española, el rey Carlos IV obsequió a la ciudad con una perla preciosa en reconocimiento a sus servicios a la corona. Esta perla, muy apreciada por los habitantes, desapareció durante la Guerra de Reforma, supuestamente para impedir su pérdida definitiva.