Reynaldo Rossano, conocido popularmente como Papirrín, de forma reciente se abrió sobre las difíciles circunstancias personales y financieras que está enfrentando, especialmente su dolor por la distante relación con sus hijos adolescentes, quienes, según el querido ex conductor del matutino Hoy en Televisa, han sido influenciados por su exesposa Karla Arreola para alejarse de él debido a las dificultades económicas que atraviesa el actor.
En una reciente entrevista con Flor Rubio, Rossano compartió cómo su actual imposibilidad de encontrar trabajo formal le ha impedido proporcionar el apoyo financiero que anteriormente estaba en condiciones de ofrecer, lo que a su vez, ha impactado su conectividad con sus hijos.
Rossano explicó que ha estado limitado a trabajos informales que le ofrecen remuneración en efectivo, lo que le ha imposibilitado cumplir con las expectativas económicas que su situación familiar demanda. “Aunque apareciese en la televisión, no podría cobrar mi participación en un programa”, lamentó, destacando la gravedad de su situación laboral.
¿Por qué Reynaldo Rossano, el ‘Papirrín’, está alejado de su familia?
La relación de Rossano con sus hijos se ha visto particularmente afectada por las expectativas financieras, tanto que su exesposa Arreola ha asumido un rol en mantenerlos alejados, sugiere Rossano. El actor mencionó un incidente donde uno de sus hijos le pidió zapatillas de un valor aproximado de 100,000 pesos (alrededor de 5,000 USD), una suma con la que él no contaba, resaltando las presiones económicas a las que se enfrenta.
“Ellos dicen que no me quieren ver, argumentan que yo no doy dinero”, compartió Rossano, dejando entrever la complejidad de su relación con sus hijos derivada de factores financieros. Más allá de los desafíos económicos, Rossano reveló que había intentado llevar a cabo acciones legales por preocupaciones sobre el bienestar de sus hijos con su madre.
Antes de la separación familiar, sus hijos expresaron estar incómodos viviendo con Arreola, lo que llevó a Rossano a presentar una denuncia por abuso infantil. Sin embargo, el caso no avanzó ya que, según Rossano, “a la hora de hablar frente al juez, -por miedo- mis hijos no quisieron sostener la situación que me habían planteado”.
Con emoción, Rossano manifestó su deseo de reforzar los lazos con sus hijos, enfatizando que las dificultades financieras no deberían determinar su valía como padre. “Yo jamás he hecho nada con dolo, ni para mal tratarlos”, expresó, subrayando el profundo afecto y compromiso hacia sus hijos a pesar de los obstáculos.
Hacia el final de su testimonio, Rossano también mencionó su anhelo de establecer una relación cordial con Arreola, con la esperanza de encontrar un terreno común por el bienestar de sus hijos. A pesar del visible dolor que le causa esta situación, se mostró resiliente y dispuesto a continuar luchando por una relación saludable con sus hijos.