Un incendio devastó una plaza de toros artesanal en Panabá, Yucatán, durante las celebraciones en honor a San Isidro Labrador, y dejó la estructura en cenizas pero sin víctimas mortales ni heridos entre más de 200 asistentes, gracias a una rápida evacuación. El siniestro tuvo lugar el domingo pasado, al comienzo de la feria del pueblo, y aún se investigan las causas que lo provocaron.
La plaza, construida con materiales tradicionales como madera y huano, formaba parte central de las festividades locales. Según testimonios, el fuego inició en la parte alta de la estructura y se propagó rápidamente. Así, el fuego consumió el recinto por completo. Omar Mena Narváez, alcalde de Panabá, destacó la fortuna de que el viento soplara en dirección contraria al inicio del incendio, lo que facilitó la evacuación segura de todos los presentes. Las autoridades y personal del Cuerpo de Bombero de Yucatán respondieron prontamente, pero no lograron salvar la plaza de toros.
El fuego consumió la plaza de toros sin dejar víctimas
Las acciones de los servicios de emergencia evitaron que la tragedia escalara, y aseguraron la seguridad de los espectadores. A pesar de la rápida intervención, la estructura quedó irrecuperable, lo que ha provocado la suspensión de las actividades previstas en la feria. La comunidad de Panabá y las autoridades locales se encuentran conmocionadas por el suceso y a la espera de las investigaciones que determinen la causa del incendio, sin querer especular sobre la posibilidad de que haya sido intencionado.
Como parte de las preparaciones para la Feria Panabá 2024 en honor a San Isidro Labrador, artesanos locales trabajaron en la creación de un Coso Taurino Artesanal, una atracción central de este evento que prometía ser un punto de encuentro cultural y de entretenimiento para los residentes y visitantes de la región.
La elaboración del Coso Taurino fue realizada por los denominados “Palqueros”, un grupo de artesanos expertos en la construcción de estas estructuras, quienes emplean técnicas tradicionales que han sido transmitidas de generación en generación. Su trabajo fue una forma de conservar las costumbres locales y contribuir con las actividades en la Feria Panabá.