Efecto Carrington: Alejandro Macías explica qué daños pueden causar las auroras boreales en México

El zar de la influenza afirmó que las auroras boreales “son hermosas pero preocupantes”, ya que pueden causar diversas afectaciones

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En esta fotografía de larga exposición, un auto circula por una carretera mientras las auroras boreales iluminan el cielo nocturno en Daillens, Suiza, el 11 de mayo de 2024. (Laurent Gillieron/Keystone vía AP)
En esta fotografía de larga exposición, un auto circula por una carretera mientras las auroras boreales iluminan el cielo nocturno en Daillens, Suiza, el 11 de mayo de 2024. (Laurent Gillieron/Keystone vía AP)

Las auroras boreales son uno de los fenómenos naturales más impresionantes, que no son fáciles de presenciar, ya que normalmente ocurren en en el norte de Europa, así como en Australia y Alaska; no obstante, durante la noche de ayer y esta madrugada se vieron en zonas inusuales como al sur de Estados Unidos, Canadá y en México.

En México, el fenómeno fue perceptible en los estados: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Sinaloa, Nayarit, Zacatecas e incluso Oaxaca y Yucatán ―aunque en estos últimos fue necesario usar equipo especial y cámaras en larga exposición para observarlo.

En la Ciudad de México sólo se han visto auroras boreales una vez, el 2 de septiembre de 1859, de acuerdo con registros del periódico La Sociedad, disponibles en la Hemeroteca Nacional Digital de México (HNDM), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya que la ubicación geográfica de la capital y la alta contaminación lumínica dificultan que esto suceda con mayor frecuencia.

No obstante, Alejandro Macías, científico e infectólogo y quien fue ‘el zar de la Influenza’ en México, explicó que a pesar de lo hermosas que son las auroras boreales, el fenómeno es motivo de preocupación, ya que puede causar diversos daños. Te decimos cuáles.

¿Qué daños pueden causar las auroras boreales?

En su cuenta de X, antes Twitter, el científico puntualizó que las auroras boreales se han visto “muy al sur de los polos” e incluso, en zonas de México como Jalisco.

Sin embargo, advirtió que son “hermosas pero preocupantes”, porque en las horas o días posteriores puede ocurrir el fenómeno conocido como efecto Carrington, con el cual colapsarían las comunicaciones y la red eléctrica en la faz de la tierra, como se registró en 1859, en ese entonces con las comunicaciones telegráficas.

“En México se han visto auroras boreales muy al sur de los polos, incluso en Jalisco. Son hermosas pero preocupantes; en los días u horas siguientes puede ocurrir el fenómeno Carrington, con colapso en las comunicaciones y la red eléctrica en la faz de la Tierra frente al Sol.

“El evento Carrington de 1859 ocurrió después de una tormenta solar, con colapsos en las comunicaciones (entonces telegráficas). Llamó la atención las auroras boreales visibles tan lejos de los polos como México”, escribió en la red social.

El especialista explicó qué provoca el efecto Carrington, ocasionado por las auroras boreales. | Captura de pantalla
El especialista explicó qué provoca el efecto Carrington, ocasionado por las auroras boreales. | Captura de pantalla

¿Qué es el efecto Carrington?

De acuerdo con la información que mostró el especialista en su cuenta de X, publicada por The Astrophysical Journal, la tormenta Carrington de 1859 fue una de las tormentas magnéticas más grandes jamás observadas y provocó exhibiciones aurorales globales en áreas de latitudes bajas, junto con una serie de múltiples tormentas magnéticas del 28 de agosto al 4 de septiembre de ese mismo año.

El estudio indica que para registrar la observación de auroras contemporáneas para extraer información sobre su ángulo de elevación, color y dirección para investigar este intervalo tormentoso en detalle, se examinó primero el límite hacia el ecuador de la “emisión auroral con múltiples colores” basándose en descripciones de ángulo de elevación y color.

Con base a esto, se encontró que sus ubicaciones fueron 36 5 ILAT el 28/29 de agosto y 32 7 ILAT el 1/2 de septiembre, lo que sugiere que los electrones atrapados se movieron, al menos, a L ∼ 1,55 y L ∼ 1,41, respectivamente.

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