“No hay guerra en Sinaloa”, se leía en una narcomanta que apareció el pasado 26 de marzo en un puente vehicular de Culiacán, el contexto, las hipótesis de un presunto enfrentamiento entre las distintas facciones del Cártel de Sinaloa, principalmente las comandadas por Los Chapitos, Ismael El Mayo Zambada y Aureliano Guzmán Loera.
La narcomanta estaba firmada presuntamente por Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el líder de Los Chapitos según los informes de la DEA, el mismo que junto a su hermano (Jesús Alfredo) fue secuestrado en 2016 en el restaurante La Leche de Puerto Vallarta, Jalisco; como responsable se apuntó a Nemesio Oseguera Cervantes (El Mencho), líder del Cártel Jalisco Nuevo Generación (CJNG), con quien Los Chapitos podrían forjar una alianza criminal en el futuro cercano.
Al menos esa es una de las hipótesis de los periodistas Jesús Lemus y José Luis Montenegro compartida en su podcast “Mundo Narco”, en él señalan el debilitamiento del Cártel de Sinaloa y la “necesidad” de una alianza que los mantenga en la cúspide del mapa criminal junto al CJNG.
En entrevista para Infobae México, Jesús Lemus habló de los presuntos problemas financieros del Cártel de Sinaloa (facción Mayo Zambada) para “pagar las nóminas” de sus elementos en estados como Chiapas, donde mantienen una guerra contra el CJNG.
“Por eso vemos que las células del Cártel de Sinaloa que están regadas en todo el territorio nacional tienen que recurrir a la extorsión y al cobro de piso”: Jesús Lemus.
Conviene recordar que en la narcomanta para enfatizar que “no hay guerra en Sinaloa”, el líder de Los Chapitos (si él firmó el mensaje) señaló a cuatro líderes de una célula criminal dedicada al robo, secuestro, extorsión y cobro de piso: “Ya saben cuáles son los principios de la organización”. ¿A qué organización corresponden esos principios, a Los Chapitos o a todo el Cártel de Sinaloa?
¿Hay guerra en el Cártel de Sinaloa?
Ha trascendido que desde la última detención y extradición de Joaquín El Chapo Guzmán a Estados Unidos, hubo un distanciamiento entre las facciones del Cártel de Sinaloa, situación que se acrecentó con la falta de apoyo de El Mayo Zambada durante el culiacanazo (2019), el testimonio de “El Vicentillo” (hijo de El Mayo) durante el juicio de El Chapo y el asesinato de “El Morgan” (junio de 2021), uno de los principales operadores de El Mayo Zambada en los límites entre Baja California y Sonora.
Además de su pelea contra El Mayo, en los últimos meses se difundió la noticia de presuntos enfrentamientos entre sicarios de Aureliano Guzmán Loera, alias “El Guano”, con sus sobrinos, Los Chapitos, lo que habría derivado en el secuestro masivo de más de 60 personas en Culiacán, principal centro de operaciones de Los Menores, como también se conoce a los hijos de El Chapo.
En palabras del periodista José Luis Montenegro ofrecidas a este medio, sí hay una guerra al interior del Cártel de Sinaloa, pero también con otros grupos criminales para disputar el control de plazas y rutas para el trasiego de drogas. Así, por ejemplo, mientras El Mayo Zambada pelea con el CJNG en Guanajuato, Zacatecas y Chiapas; Los Chapitos intentan afincarse en la Ciudad de México.
“Hay que diferenciar a Los Chapitos de El Mayo Zambada y de “El Guano”, porque ellos están intentando tratando de incrustarse con organizaciones más pequeñas en la CDMX; tienen una gran zona de operación en el centro del país; se están apoderando a todas luces y están tratando de satisfacer la demanda central, pero también pensando en la expansión a otros países, recordando que tienen presencia en Chicago, California y Nueva York”: José Luis Montenegro.
De incrementarse el distanciamiento de Los Chapitos con las otras facciones del Cártel de Sinaloa y consolidarse una posible alianza con el CJNG, se crearía megacártel con su centro de operaciones entre Jalisco y Sinaloa, pero con poder en un corredor que iría desde las costas de Michoacán a la frontera de Tijuana.