El Cártel de Sinaloa es una de las organizaciones criminales mexicanas que están constantemente bajo la lupa de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, quien ha destacado que la estructura delincuencial controla al menos dos de los puertos marítimos del Pacífico mexicano.
En su última Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024, la DEA destacó que el Cártel de Sinaloa no tiene líder y se ha dividido en cuatro facciones: Los Chapitos, quienes son los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán; la facción de Ismael El Mayo Zambada, uno de los fundadores del cártel y que, según el informe técnico de la agencia antidrogas estadounidense, “se encuentra en mal estado de salud física”.
Las otras dos facciones son de Aureliano Guzmán Loera, alias El Guano, hermano de El Chapo; y Rafael Caro Quintero, quien también fundó el Cártel de Sinaloa y que ahora comanda el Cártel de Caborca, que opera principalmente en el estado de Sonora.
Para la DEA esta división del Cártel de Sinaloa es catalogada como el “modelo del paraguas”.
“El Cártel de Sinaloa no tiene líder. En cambio, el ‘paraguas’ del cartel cubre cuatro organizaciones criminales separadas pero que cooperan. En teoría, esta estructura otorga a los jefes de los grupos independientes de narcotráfico la capacidad de compartir recursos”, dice el reporte de la DEA que se dio a conocer este jueves 9 de mayo.
El reporte Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas señala que a pesar de que el Cártel de Sinaloa y el CJNG tienen presencia en 50 entidades norteamericanas, “ningún cártel controla cruces fronterizos específicos o puertos de entrada (POE) a los Estados Unidos y algunos envíos de drogas cruzan la frontera entre los puntos de entrada oficiales, pero no a través de ellos”.
La DEA destacó que el Cártel del Pacífico, que tiene tamaño y potencia de fuego en la región fronteriza con México, cobra derecho de piso a otros grupos del narcotráfico para poder traficar drogas a la Unión Americana.
Además se menciona que los precursores químicos, con lo cual se elabora el fentanilo, metanfetamina y cocaína, tienen que llegar a México a través de los puertos marítimos, por lo que se convierten en una “infraestructura” de suma importancia del Cartel de Sinaloa.
“El Puerto de Mazatlán en la Costa Pacífica de Sinaloa es totalmente controlado por el Cartel de Sinaloa, y acusan a otras organizaciones de narcotráfico de cobro de piso para uso del puerto”, refiere el documento de 27 páginas.
Para que el cártel mantenga este control del puerto, explicó la DEA, la estructura criminal “mantiene contactos logísticos y gubernamentales corruptos en otros puertos marítimos de ambas costas de México”.
Por otro lado, el Cártel de Sinaloa también tiene presencia en el Puerto de Manzanillo debido a una larga historia de alianzas con organizaciones narcotraficantes que operan en Colima y que le dan acceso a operar desde el puerto que tiene una estratégica ubicación en la Costa del Pacífico central.
Para la DEA, Manzanillo tiene un alto volumen de tráfico marítimo debido al uso generalizado del puerto por parte de países extranjeros para intercambiar bienes comerciales legítimos con México y para repostar combustible.
“El Puerto de Manzanillo está ubicado justo al sur del bastión del rival Cártel de Jalisco, lo que aumenta las tensiones entre los dos principales carteles mexicanos. Numerosas empresas de transporte cómplices trabajan con el Cártel de Sinaloa para transportar drogas ilícitas y precursores químicos desde los puertos hasta la Ciudad de México y otros lugares del interior”, señaló en la evaluación la DEA.