Aunque el género fue comedia y drama, la película Las Islas Marías protagonizada por Pedro Infante forma parte de las cintas más complejas que hay en el amplio historial del actor, pues narró la vida de un joven inocente que es culpado y llevado a dicho lugar tras un asesinato.
La película realmente tuvo como locación al grupo de islas localizadas en el océano Pacífico cerca de las costas del estado mexicano de Nayarit, sin embargo otras también de relevantes y recordadas fueron filmadas en la Ciudad de México en una de las iglesias más importantes y reconocidas de toda la capital del país.
Se trata del Templo Expiatorio a Cristo Rey, que es mejor conocido entre los ‘chilangos’ como la antigua Basílica de Guadalupe. Este lugar fue sede de algunas escenas que grabó el cantante del Cine de Oro junto a otros importantes actores que fueron parte del elenco, como Rosaura Revueltas y Rocío Sagaón.
Está ubicada en la esquina 5 de febrero Mina s/n, Col. Gustavo A. Madero en el centro de la Ciudad de México y aquí se realizaron diversas tomas previo y posterior a las que Pedro Infante grabaría en las Islas Marías. Aunque es una de las cintas con mayor presupuesto para este tipo de imponentes locaciones, la cinta es de las menos recordadas dentro del catálogo del cantante de rancheras y boleros mexicano.
Antigua Basílica de Guadalupe: la iglesia donde Pedro Infante y Rosaura Revueltas grabaron una de sus escenas más nostálgicas
El Templo Expiatorio a Cristo Rey, conocido originalmente como la Basílica de Guadalupe, inició su construcción el 25 de marzo de 1695 y se completó en abril de 1709. Diseñado por Pedro de Arrieta, se distingue por sus cuatro torres octagonales, 15 bóvedas y una cúpula octagonal ornamentada con teja de talavera, de acuerdo al portal de la Ciudad de México.
Aunque ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de los siglos, incluyendo daños severos en el siglo XIX y cambios de un estilo barroco a neoclásico, el templo ha mantenido su significado dentro del complejo de la Villa. Destacan en su historia la coronación papal en 1904 y un atentado en 1921 que destruyó gran parte de la estructura, pero milagrosamente no a la imagen de la Virgen.
Aunque en 1976 estaba en riesgo de colapso, el INAH inició su restauración en 1979, permitiendo su reapertura en el año 2000. Hoy, renombrado como Templo Expiatorio de Cristo Rey, sigue siendo un sitio de interés histórico y espiritual en la Ciudad de México.