El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó el reporte presentado la semana pasada por la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia en el que se afirma que cerca de 300 mil muertes por COVID-19 en México se pudieron haber evitado si el gobierno no hubiera minimizado el riesgo de la enfermedad causada por el entonces nuevo coronavirus.
“Ese estudio -entre comillas- se hizo a modo para perjudicarnos, para demostrar ineficiencia en el gobierno en un caso tan triste y lamentable como fue la pérdida de vida de miles de mexicanos. Es un acto vil de politiquería, sobre todo darlo a conocer en este tiempo. Si ustedes ven quienes son los ‘patrocinadores’, son como los ‘abajo firmantes’, si hacen un cruce, ahí los van a encontrar”, reviró el mandatario en La Mañanera de este lunes 6 de mayo.
López Obrador afirmó que él y sus funcionarios tienen “la conciencia tranquila”, ya que durante la pandemia se trabajó mucho para salvar vidas y evitar muchísimas más muertes. Prueba de ello, dijo, es que México fue uno de los primeros países en conseguir la vacuna COVID-19 y que en cinco meses, ya estaban inoculados con su primera dosis todos los adultos mayores del país.
“Pusimos de pie hospitales, se consiguieron equipos que no había, porque imagínense cómo heredamos al sector salud. Y nos unimos, trabajábamos día y noche todos los integrantes del sector salud, nos ayudó mucho la Marina, la Secretaría de la Defensa (Nacional), se distribuyeron por todo el país más de 200 millones de dosis de vacunas”, agregó AMLO.
Pese a la oposición sin escrúpulos, México actuó bien en la pandemia: AMLO
Asimismo, el presidente dijo que su administración gestionó de manera adecuada la pandemia pese a la oposición que ya está ‘mostrando el cobre’, “la cual que realmente está mostrando que no tiene escrúpulos morales de ninguna índole, que trafican con el dolor de la gente”, reclamó López Obrador desde Palacio Nacional.
Respecto del informe presentado hace unos días, dijo que en breve presentará la respuesta oficial a lo que consideró un “pasquín inmundo”, el cual debería causarle vergüenza a sus autores, pues se trata de un documento “falso y canallesco”, dijo molesto el mandatario al tiempo que reclamó que este tipo de reportes sean lanzados precisamente en tiempos electorales y justo cuando su gobierno de izquierda avanza, y que sólo sean para atacarlo, ya que “obedecieron y callaron” durante el llamado periodo neoliberal.
¿Qué dice el informe?
A lo largo de 400 páginas, el documento señala los motivos por los que considera que la respuesta de México frente a la pandemia fue un fracaso, entre ellos “la permanente subestimación de la gravedad del virus, la centralización y personalización de las decisiones, y la política de austeridad”, ya que casi cada cuatro de 10 muertes por COVID-19 “sucedieron por fallas en la gestión gubernamental”.
Otro de los factores es que la emergencia sanitaria llegó cuando México atravesaba por un profundo cambio en el sector salud, ya que recién se había extinguido el Seguro Popular para dar paso al hoy fallido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), a lo cual se le sumó el cambio en el mecanismo para adquirir medicamentos, justo en una coyuntura que demandaba conseguir con urgencia no sólo medicinas, sino también insumos y vacunas.
El documento también hace una severa crítica a la política de austeridad del actual gobierno federal y a la mala difusión de medidas de prevención y de atención, “la directriz ‘quédate en casa’ causó un efecto perverso pues un gran número de pacientes llegaron muy tarde para su atención al hospital (...) el gobierno renunció a la atención de pacientes con COVID-19 en el primer nivel: la atención había que procurarla en casa. De tal suerte que la la mayoría de los enfermos en México acudió a las farmacias privadas, donde fueron víctimas frecuentes de malas recomendaciones o sobremedicación”, se lee en el documento.
Y, aunque se reconocen los esfuerzos en la estrategia de reconversión hospitalaria, la investigación lamenta que los pacientes graves hayan tenido mala atención, por ejemplo, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), algunos de sus hospitales tuvieron 100 por ciento de mortalidad y se distrajo la atención de otros padecimientos igual de importantes, como el cáncer, las amputaciones o las cirugías.
“Las directrices para la atención de la enfermedad al interior de clínicas y hospitales no fueron claras y resultaron insuficientes. El manejo hospitalario de los enfermos acusó deficiencias notables. Por ejemplo, el 95% de los fallecidos acabaron su vida en soledad. La falta de protección a quienes combatieron a la epidemia en la primera línea cobró la vida de 4 843 elementos del personal médico mexicano, la cifra más alta registrada en cualquier país”, asegura la Comisión en sus conclusiones.