En la unidad habitacional El Rosario, situada en Azcapotzalco, al norte de la Ciudad de México, se registró una reunión de alto perfil entre líderes de organizaciones criminales.
La asamblea, que tuvo lugar en uno de los amplios aparcamientos del complejo residencial, estuvo presidida por Pedro Ramírez, apodado ‘El Jamón’, conocido por consolidar su poder en este distrito de la capital.
Según reportes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la junta contó con medidas extraordinarias de seguridad, incluyendo vigilantes armados y una reducción deliberada de la iluminación en ciertas áreas, tanto internas como en calles aledañas, para mantener la discreción del evento.
“En la unidad habitacional, El Rosario, en Azcapotzalco, al norte de la capital, tuvo lugar una narcojunta, probablemente más concurrida de la que se tenga memoria, el anfitrión, de acuerdo con informes del Cisen, fue Pedro Ramírez, ‘El Jamón’, un cabecilla del hampa que convirtió Azcapotzalco en su principal asiento, la cita era en uno de los amplios estacionamientos de la unidad, donde fueron desplegados vigilantes armados, protegidos de las miradas indiscretas que gracias a la semipenumbra que cubría el lugar, fue ‘El Jamón’ que mandó a apagar parte del alumbrado, solo de algunas áreas comunes de la unidad, sino también el alumbrado público en calles adyacentes”, narró el autor del libro Cártel Chilango de Antonio Nieto.
Entre los asistentes destacaron figuras notables del crimen organizado como ‘El Negro Agua’ de Iztapalapa, Lenin Canchola de Álvaro Obregón, Juan Baltazar, ‘El Balta’ de Iztacalco, ‘El Felipillo’, heredero de la estructura criminal fundada por ‘El Ojos’ en Tláhuac, y ‘El Lunares’ de Tepito, junto con otros importantes cabecillas de Nezahualcóyotl y Ecatepec.
La coordinación del evento estuvo a cargo de ‘El Betito’, un personaje recientemente conocido por someterse a una cirugía de bypass gástrico. La información de Inteligencia Federal sugiere que la cita tenía como objetivo fortalecer alianzas y coordinar operaciones entre los diferentes grupos.
“Así uno tras otro fueron llegando los integrantes de los grupos delictivos invitados, según la Inteligencia Federal, acudieron ‘El Negro Agua’, de Iztapalapa, Lenin Canchola, de Álvaro Obregón, y afamado por tener lazos familiares con José Luis Sánchez Canchola, líder de una banda que secuestró a Rubén Omar Romano, exdirector técnico del Cruz Azul, en 2005, estaban también Juan Baltazar, ‘El Balta’, cabecilla del narco en Iztacalco, ‘El Felipillo’, hijo de ‘El Ojos’, fundador del Cártel de Tláhuac, ‘El Lunares’, de Tepito, y otros líderes criminales de Nezahualcóyotl y Ecatepec, la voz cantante la tenía ‘El Betito’, quien recientemente se había sometido a un procedimiento de bypass gástrico para bajar de peso”.
Este evento subraya no solo la influencia y el alcance de Pedro Ramírez ‘El Jamón’ en Azcapotzalco como uno de sus principales bastiones, sino también las complejas redes de colaboración entre distintas facciones del crimen organizado en la región.
Asimismo, destaca la sofisticación y los recursos a los que estas organizaciones pueden acceder para llevar a cabo sus reuniones, como el control del entorno mediante la manipulación de la iluminación pública y la implementación de esquemas de seguridad altamente efectivos.
La presencia de líderes criminales con historias notables, incluyendo vínculos con secuestros de alto perfil y la continua expansión y consolidación de sus territorios, refleja la complejidad del panorama del crimen organizado en México.