Las frambuesas son deliciosos frutos y altamente nutritivos ya que contienen vitaminas, minerales, antioxidantes y más que benefician la salud. Son particularmente ricas en vitamina C, que contribuye a la reparación de tejidos y ayuda en la absorción de hierro. Posee vitamina B6, niacina, riboflavina, y folato, que son esenciales para el metabolismo energético y el funcionamiento del sistema nervioso.
Ofrecen minerales como el manganeso, fundamental para el metabolismo y la función antioxidante. También contienen cantidades moderadas de magnesio, hierro, potasio y cobre, importantes para la salud ósea, la producción de glóbulos rojos, la regulación de la presión arterial y la protección contra enfermedades cardíacas.
Son una excelente fuente de fibra, tanto soluble como insoluble, que favorece la salud digestiva, ayuda a regular el azúcar en la sangre y contribuye a la sensación de saciedad, lo cual es beneficioso para el control del peso. Destacan por su alto contenido de antioxidantes como la vitamina C, quercetina y ácido elágico. Estos compuestos protegen a las células del daño causado por los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y enfermedades del corazón.
La pequeña frambuesa contiene fitoquímicos que tienen efectos antiinflamatorios, antivirales y antimicrobianos. El más notable es el ácido elágico, que ha mostrado potencial para reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Uno de los puntos fuertes de las frambuesas es su aportación de ácido fólico al organismo, también conocido como folato o vitamina B9, un nutriente importante para la síntesis de ADN y la reparación, el crecimiento celular y el desarrollo fetal durante el embarazo.
En términos de cantidad, una taza de frambuesas frescas (aproximadamente 123 gramos) proporciona alrededor de 14 microgramos de ácido fólico. Aunque las frambuesas no son la fuente más rica de este nutriente en comparación con otros alimentos como las legumbres, los vegetales de hojas verdes, los aguacates o los cítricos, siguen siendo una contribución valiosa y deliciosa a una dieta equilibrada que busca aumentar la ingesta de ácido fólico.
Cabe destacar que la incorporación de frambuesas a la dieta, ya sea frescas o congeladas, puede ser una excelente manera de enriquecer el aporte nutricional y disfrutar de sus beneficios para la salud.