El inolvidable legado de José Rómulo Sosa Ortiz, mundialmente conocido como José José, sigue resonando fuertemente en el corazón y la memoria de sus admiradores. Con una voz excepcional y letras que destilan un profundo sentimiento, el artista logró consolidarse como una figura indispensable en la música en español, tocando las almas de quienes lo escucharon tanto en vivo como a través de grabaciones.
Antes de adoptar el nombre artístico por el que sería conocido internacionalmente, incursionó en el mundo de la música como Pepe Sosa, lanzando un álbum que ya mostraba indicios de su talento extraordinario.
Sin embargo, fue su actuación en el segundo Festival de la Canción Latina en Ciudad de México en 1970, donde interpretó “El Triste”, lo que catapultó su carrera y lo posicionó como un baladista de renombre.
La carrera de José José estuvo marcada por colaboraciones con algunos de los compositores más destacados del siglo XX, incluyendo a figuras como Armando Manzanero, Rubén Fuentes, Roberto Cantoral, y Juan Gabriel, lo que denota la calidad y profundidad de su repertorio.
Proveniente de una familia con profundas raíces en la música clásica, su camino no estuvo exento de desafíos. A pesar de la preferencia de su familia por la música clásica, la cual consideraban superior, José José encontró en el rock n’ roll una vía de escape y una fuente inagotable de inspiración, explorando estos ritmos de manera clandestina.
La elección de su nombre artístico, José José, fue un tributo a él mismo y a su padre, también llamado José. Pero, fue en los años 70 cuando adoptó el emblemático título de ‘El Príncipe de la canción’.
Fue en el año 1976 cuando lanzó “El Príncipe”, una melodía que, a pesar de no alcanzar el nivel de popularidad de otros de sus éxitos, resultó ser crucial para la consolidación de su identidad artística. La canción inspiró el apodo de “El Príncipe de la Canción”, un título que, aunque originado de un sencillo menos conocido, resonaría de manera significativa a lo largo de su carrera y entre su legión de seguidores.
Aunque “El Príncipe” no haya sido el hit que muchos esperaban, el apodo derivado de esta canción se aferró no solo a la figura de José José sino a la esencia de su legado musical.
Este sobrenombre se convirtió en sinónimo de éxitos abrumadores y salas llenas, donde el fervor y admiración de los fans se manifestaban en cada uno de sus conciertos. Estadios completos se rendían ante su talento, demostrando que el título de “El Príncipe de la Canción” era más que merecido.
La década de 1980 sería la etapa en la que su carrera alcanzaría nuevas alturas. Las presentaciones de José José en el Auditorio Nacional de México se convirtieron en eventos legendarios, con entradas agotadas que demostraban la magnitud de su popularidad y la devoción de sus seguidores. Este período no solo consolidó su estatus como ‘El Príncipe de la Canción’, sino que también reafirmó su legado como uno de los artistas más influyentes y admirados de su tiempo.
Sobre José José
El destacado artista mexicano José Rómulo Sosa Ortiz, mejor conocido como José José, y apodado el Príncipe de la Canción, falleció el 28 de septiembre de 2019 en Homestead, Florida.
Originario de Clavería, Azcapotzalco, Ciudad de México, nacido el 17 de febrero de 1948, el cantante y actor dejó un legado imborrable en la música latinoamericana, consolidándose como uno de los intérpretes más influyentes y queridos del siglo XX.
Con una carrera que rebasó las cuatro décadas, vendió más de 100 millones de discos a nivel mundial, convirtiéndose en un ícono de la balada romántica y la música pop en español.
Desde sus inicios, mostró un talento innato para la música, heredado de una familia de músicos, lo que lo llevó a iniciarse en el mundo artístico a muy temprana edad.
Su habilidad para tocar la guitarra y cantar serenatas fue solo el comienzo de lo que sería una extensa y exitosa carrera musical. Su paso por el grupo Los PEG, donde exploró géneros como el jazz y la bossa nova, marcó el inicio de su ascenso en la escena musical mexicana. Sin embargo, fue su actuación en el segundo Festival de la Canción Latina en Ciudad de México en 1970, donde interpretó “El Triste”, lo que catapultó su carrera y lo posicionó como un baladista de renombre.
Durante la década de los ochenta, tras firmar con Ariola Records, alcanzó la fama internacional, adjudicándose el título de Mr. Sold Out gracias a sus innumerables éxitos y presentaciones agotadas en lugares emblemáticos como el Madison Square Garden y el Radio City Music Hall.
Su música trascendió fronteras, llegando a públicos de habla no hispana en países como Japón, Israel y Rusia. Además, no solo dejó huella en la industria musical, sino también en el cine y la televisión, actuando en películas como Gavilán o paloma y Perdóname todo, y participando en la telenovela La fea más bella.
A lo largo de su trayectoria, inspiró a numerosos artistas en el mundo del entretenimiento latino y recibió múltiples reconocimientos, incluyendo 9 nominaciones al Grammy, consolidando así su estatus como una leyenda de la música pop latina. Su voz y estilo único lo hicieron merecedor del cariño y la admiración de millones de fanáticos, quienes hoy recuerdan su legado y contribución a la música.
Su vida y obra siguen siendo un referente para nuevas generaciones de músicos y amantes de la música en español, evidenciando el impacto perdurable de su talento en la cultura popular latinoamericana.