¿Es viable la propuesta de Xóchitl Gálvez sobre quitarle la sal al agua almacenada en Texcoco? Un experto responde

Durante el segundo debate presidencial organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), la candidata de la alianza Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruíz, aseguró que, en caso de ser ella la que asuma al Poder Ejecutivo, almacenará agua en el Lago de Texcoco para hacer frente a la crisis hídrica que azota al centro del país, por lo que la abanderada de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, manifestó que era imposible al ser un sitio de agua salada; sin embargo, la presidenciable insistió en que sí era posible desalinizar el líquido. ¿Quién tiene la razón?

Gálvez Ruíz acudió con Carlos Alazraki a Atypical TV, donde defendió que almacenar agua en el Lago de Texcoco era posible si se emplean plantas encargadas de quitar la sal para así volverla ideal para uso humano. Con ello, internautas lamentaron que una ingeniera tocara el tema sin antes haberse asesorado de expertos en la materia, todo con el fin de ir en contra de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Ante esta polémica, INFOBAE MÉXICO conversó con el químico Andy Michel Romero Nieves, quien se desempeña como docente. Al ser experto en la materia, contestó qué tan viable es que se ponga en marcha esta propuesta, en caso de que sea la senadora con licencia la que ocupe el Poder Ejecutivo en los próximos meses.

El Lago de Texcoco es en la actualidad un área natural protegida tras la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM). El experto detalló que el agua ahí almacenada “tal cual como fuente de vida no es viable, ya que como se sabe, presenta o tiene una alta salinidad, lo cual es incompatible con lo que sería lo tolerable para el ser humano, siendo ello entonces que se utilizaba más para la extracción de sal”.

La extracción de este mineral, de acuerdo con lo expuesto por el docente en química, permitía la toma de muestras del agua evaporada para usarla como de uso cotidiano sólo para la población que se encontraba ahí, “entonces tal cual como fuente de vida, no nos servía”.

Pese a lo anterior, si las autoridades se empeñan en usar este lugar ubicado al oriente del Valle de México para almacenar agua, Romero Nieves insiste en que sí se puede quitar la sal para volver el líquido potable; no obstante, se requiere de una gran infraestructura para poder conseguir este proceso.

“Tendremos diferentes métodos para hacerlo y obviamente cada uno genera diferentes cambios. Por ejemplo, si procedemos a realizar la remoción de la sal por medios térmicos, en este caso la evaporación, se requeriría de fuentes como la gasolina, pero, aunque lo hagamos eficiente, el sistema en el que se trate de recuperar la energía sigue dejando ahí efectos ecológicos, gases de efecto invernadero”, manifestó.

Desalinizar el agua en el Lago de Texcoco sí es posible que la convierta en apta para consumo humano, aunque sin considerar otros factores, insistió el entrevistado. Al cuestionar cómo es este proceso y sus posibles efectos a la salud y al medio ambiente, respondió:

“Para desalinizar el agua se requiere toda una planta que, dependiendo de qué tipo de método se busque o se vaya a emplear, va a requerir diferentes estructuras; por ejemplo, para la eliminación, digámosle por calor, la remoción térmica va a requerir de plantas que requieran de un recubrimiento muy especial en la parte interna por la cantidad de sales que hay. Como ya se sabe, la oxidación de los metales es un problema recurrente y la exposición al entorno genera daño en los mismos y aún así es un costo continuo. No es un gasto que se debe de considerar si se va a emplear cualquier tipo de metal directamente expuesto hacia el agua y peor con una alta concentración de sales”.

Las sales, por este proceso, deberán quedar contenidas tras la evaporación del agua, por lo que será necesaria la aplicación de más energía, lo que vuelve a este proceso, en palabras del experto, en uno “no tan eficiente”.

El actual gobierno de México, al cancelar la construcción del NAICM, declaró al Lago de Texcoco un área natural protegida, por lo que si se aplican procesos de desalinización, habrá como consecuencia un grave impacto al medio ambiente, especialmente porque “no se tiene una gran noción sobre antecedentes de esto”, remarcó Andy Michel Romero Nieves tras abordar el proceso antes descrito.

“En cuestión del uso de membranos conocido también como de ósmosis inversa, vuelvo a lo mismo, todo este residuo de las membranas, pues se debe de planear cómo se van a tratar, desechar, regular, así como también qué se va a regenerar con todo lo que se quede de residuos, a dónde se van a ir y todo ello; en cualquiera de los dos, obviamente se tiene que considerar qué va a suceder con ese excedente obtenido de sal. Recuerden que no se obtiene, así como tal la sal nada más y toda el agua tratada. No, hay un residuo”.

Sobre efectos a la salud que esto puede tener, el químico destacó en que el agua tratada -en caso de atravesar este proceso- no será posible beberse, pues ello puede causar enfermedades renales que generen la muerte, tanto de los seres humanos como de la fauna que ahí se encuentra por los contaminantes que se desprendan del proceso de desalinización antes descrito.

“Es mejor primero tratar las otras aguas que tenemos por métodos de recuperación y eliminación de contaminantes, al final todas estas acciones como ya dijimos van a generar un efecto en el ecosistema, pero antes de generar un impacto que sea incierto como la desalinización, hay que revisar los otros que es tratar nuestras aguas con las que ya contamos y se están contaminadas eliminando de forma controlada los residuos”, remató.