En muchas ocasiones al realizar las actividades diarias durante un día caluroso puede llegar a ser una tarea sumamente difícil debido a que suele sentirse un cansancio y agobio más fuerte que en cuando el día es cálido, razón por la la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó por qué el cansancio es más severo durante la ola de calor.
En las últimas semanas se han estado presentando altas temperaturas en gran parte del territorio mexicano, situación que puede originar que las personas no cuenten con la energía suficiente para realizar sus actividades del día a día.
¿Por qué durante la temporada de calor se siente más cansancio?
La UNAM destacó que el cansancio que se llega a sentir en estos casos es una señal de que nuestro cuerpo intenta mantenerse fresco y evitar que los órganos vitales colapsen.
Lo anterior ocurre debido a que cuando hace mucho calor, la presión arterial baja, ya que los vasos sanguíneos se ensanchan lo que provoca que la sangre circule con menos fuerza, situación que es conocida como vasodilatación.
La vasodilatación aumenta el flujo sanguíneo hacia los tejidos, favoreciendo la pérdida de calor por medio de la piel, lo que aumenta la sudoración para refrescar el cuerpo.
Algo que también ocurre es que cuando las personas sudan pierden minerales como sodio y magnesio, haciendo que se deshidraten y que se sientan cansados.
Cuando la temperatura exterior aumenta el cuerpo gasta mucha energía para mantener su temperatura, es por ello que las personas llegan a sentir somnolencia o apatía.
Aunado a esta situación, otra cuestión que favorece al cansancio durante la temporada de altas temperaturas es que muchas personas tienen problemas para dormir por el calor que llegan a sentir, provocando que no obtengan un descanso adecuado.
Recomendaciones durante la temporada de calor
Para protegerse de las altas temperaturas, es aconsejable seguir varias recomendaciones prácticas:
Hidratación: es fundamental beber agua regularmente, incluso si no se tiene sed. Se recomienda evitar el alcohol, las bebidas con cafeína o muy azucaradas, ya que pueden provocar deshidratación.
- Vestimenta adecuada: usar ropa ligera, holgada y de colores claros, preferiblemente de tejidos naturales como el algodón, que permiten una mejor transpiración.
- Protección solar: aplicar protector solar con un factor de protección alto (30 o superior) en todas las áreas expuestas del cuerpo, reponiéndolo cada dos horas o después de nadar o sudar. Usar sombreros de ala ancha y gafas de sol con protección UV.
- Evitar las horas más calurosas: limitar las actividades al aire libre, especialmente las físicas intensas, durante las horas pico de calor, usualmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
- Buscar sombra y espacios frescos: preferir lugares sombreados o climatizados durante las horas de mayor calor. Si es necesario estar al aire libre, procurar permanecer en la sombra.
- Utilizar ventiladores y acondicionadores de aire: mantener el hogar fresco con el uso de estos aparatos. Si no se dispone de ellos, pasar tiempo en espacios públicos climatizados como bibliotecas, centros comerciales o cines.
- Tomar duchas o baños de agua fresca: ayuda a bajar la temperatura corporal.
- Alimentación ligera: preferir comidas ligeras y que contengan mucha agua, como frutas y verduras. Evitar las comidas pesadas que aumentan la temperatura corporal.
- Mantener a las mascotas en un lugar fresco: asegurarse de que también tengan suficiente agua y evitar exponerlas al sol directo.
- Cuidado especial para personas vulnerables: prestar especial atención a bebés, niños pequeños, personas mayores y aquellas con condiciones médicas, asegurándose de que tomen suficiente agua y permanezcan en lugares frescos.