En una reciente conferencia impartida en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) “Dr. Ismael Cosío Villegas”, especialistas abordaron la transición de la atención médica en personas que viven con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) de la infancia a la edad adulta. El evento, formando parte de los Cursos de Educación para la Salud, destacó la importancia de una estrategia integral para asegurar la continuidad del tratamiento y el apoyo emocional en jóvenes que atraviesan este cambio en su atención médica.
La transición de los servicios pediátricos a los dirigidos para adultos es un momento crítico para los jóvenes con VIH, enfrentando no solo el desafío físico de mantener una adherencia terapéutica sino también el aspecto emocional de cambiar de un entorno médico familiar a uno nuevo. Este proceso puede venir acompañado de una serie de emociones complicadas que incluyen duelo y resistencia. Por estas razones, los expertos recomendaron un apoyo multidisciplinario.
Los desafíos para los pacientes con VIH que pasan de la niñez a la edad adulta
Los profesionales de la salud recalcan la importancia de lidiar con los desafíos específicos que enfrentan estas personas jóvenes, como la fatiga del tratamiento a largo plazo y el riesgo de desarrollar resistencia a los medicamentos. Además resaltan la necesidad de emplear herramientas como pastilleros electrónicos y recordatorios para mejorar la adherencia al tratamiento. La atención psicológica y psiquiátrica se señala como esencial para facilitar esta transición, ayudando a manejar el estrés y las emociones que pueden surgir.
Este enfoque comprensivo incluye también la lucha contra el estigma asociado al VIH, educando tanto a pacientes como al público general sobre la importancia de una atención inclusiva y empática. La conferencia subraya el papel fundamental de la información y la preparación en el proceso de transición de atención médica para jóvenes con VIH, a fin de garantizar una vida saludable y plena.
la iniciativa del INER de promover estos espacios de diálogo y formación continuada pone de relieve el compromiso con la salud integral de las personas que viven con VIH, lo que representa un paso adelante en la atención y el apoyo que se proporciona a esa población.