Día del Niño y la Niña: así se veían Jorge Negrete, María Félix y otras estrellas de la Época de Oro en su infancia

Durante años figuraron en las marquesinas como las estrellas más rutilantes de la Época de Oro del Cine mexicano, con sus actuaciones en historias de amor, drama y comedia se ganaron la admiración del público en una época donde el séptimo arte florecía como una nueva industria.

En este Día del Niño y de la Niña recordamos los primeros años de los grandes personajes que a la fecha continúan siendo amados y halagados por generaciones de mexicanos que no los ha dejado en el olvido.

Conocida cariñosamente como la “abuelita de México”, Sara García Hidalgo nació el 8 de septiembre de 1895 en Orizaba, Veracruz, México. Su carrera abarcó el radio, cine y televisión, destacándose como una de las actrices más queridas y reconocidas de México. García fue la undécima hija de un matrimonio español, cuyos primeros diez hijos lamentablemente fallecieron. En los inicios del siglo XX, específicamente a principios de 1900, la actriz se enfrentó a una severa prueba cuando contrajo tifus murino, una enfermedad que también afectó a su madre, llevándola a la muerte meses después.

Mario Moreno “Cantinflas”, con nombre de pila Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, nació el 12 de agosto de 1911 en la Ciudad de México, transformándose en su vida adulta en uno de los comediantes más reconocidos a nivel mundial. Originario de una familia numerosa, fue el sexto hijo de los catorce que tuvieron Pedro Moreno y María de la Soledad Reyes, aunque sólo ocho de ellos lograron sobrevivir después del nacimiento.

El entorno en el que creció dentro de Santa María la Redonda, cerca del barrio de Tepito, fue determinante en su desarrollo personal y profesional. Desde muy joven se involucró en una variedad de trabajos que iban desde ayudante de zapatero hasta boxeador y torero, demostrando una diversidad de habilidades y un inquebrantable espíritu de perseverancia por salir adelante de la pobreza.

Jorge Alberto Negrete Moreno, conocido como Jorge Negrete nació el 30 de noviembre de 1911 en Guanajuato, México, y a lo largo de su vida, marcó un antes y un después en la industria cinematográfica y musical de México. Su temprana muerte el 5 de diciembre de 1953, a la edad de 42 años, dejó un vacío en el corazón de sus seguidores y en la cultura mexicana que aún se siente décadas después.

Proveniente de una familia mediada por el ambiente castrense con su padre, David Negrete, desempeñándose como teniente coronel antes de retirarse, Jorge Negrete se adentraría en el Heroico Colegio Militar, graduándose como teniente de caballería y administración. Este paso por la milicia, sin embargo, solo sería el inicio de un camino que lo llevaría muy lejos de los cuarteles, hacia los escenarios y las pantallas de cine. En 1921, la familia Negrete Moreno se trasladó a la Ciudad de México, marcando el inicio de una nueva vida para Jorge y su entorno familiar.

Nacida el 8 de abril de 1914 en Álamos, Sonora, México. María Félix, conocida como “La Doña”, y con nombre de pila María de los Ángeles Félix Güereña, se erige como una de las más emblemáticas figuras de la industria cinematográfica en México. Hija de Bernardo Félix y Josefina Güereña, María destacó desde su juventud por una belleza sin igual y un temperamento fuerte, características que se verían reflejadas en sus futuras actuaciones en la pantalla grande.

Desde sus primeros años, Félix mostró una inclinación por actividades no tradicionales para las mujeres de su época, como la equitación, lo que presagiaba su futura carrera rebosante de roles fuertes e independientes.

Ignacio López Tarso, nacido como Ignacio López López el 15 de enero de 1925 en México, Distrito Federal, marcó una era significativa en el cine, teatro y televisión de México. Hijo de Alfonso López Bermúdez e Ignacia López Herrera, López Tarso se convirtió en una figura emblemática, colaborando con destacadas figuras de la industria como Dolores del Río, Marga López, y Elsa Aguirre, entre otros. Su vasta filmografía incluye títulos trascendentales como Macario y El hombre de papel, así como su participación en la serie contemporánea El pantera.

La reconocida Silvia Pinal Hidalgo nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora. Con una carrera que abarca varias décadas, su legado trasciende fronteras y generaciones, consolidándola como un icono cultural en México y Latinoamérica.

Hija de María Luisa Hidalgo y Moisés Pasquel, Silvia Pinal vivió una infancia itinerante antes de que su familia se asentara en la Ciudad de México. A lo largo de su niñez y juventud, residió en diversas ciudades mexicanas, incluyendo Querétaro, Acapulco, Cuernavaca, y Puebla. Fue criada por el segundo esposo de su madre, Luis Pinal, un destacado periodista y político, quien influiría profundamente en su formación y visión del mundo.

María Cristina Estela Marcela Jurado García, conocida por el público como Katy Jurado, nació entre el lujo en Guadalajara, Jalisco, el 16 de enero de 1924. Su vida tomó un giro dramático cuando las propiedades de su familia fueron expropiadas para ser distribuidas entre campesinos desposeídos.

El inicio de su carrera en el cine fue promovido por el célebre cineasta Emilio Fernández, quien la descubrió a los 16 años, aunque inicialmente su familia se opuso a que emprendiera en la actuación. Sin embargo, Jurado logró zafarse de las restricciones familiares mediante su matrimonio con el actor Víctor Velázquez.

Pedro Infante Cruz nació el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa. Hijo de Delfino Infante y Refugio Cruz, ocupó el lugar del tercer hijo dentro de una familia de quince hermanos. Desde temprana edad enfrentó la necesidad de trabajar para sostener el hogar, lo que le impidió completar su educación básica. Sus primeros empleos estuvieron en el sector del comercio, donde se desempeñó como mandadero en una tienda de abarrotes, para luego aprender oficios como la carpintería y la peluquería.

“El ídolo de Guamúchil” se vio forzado a dejar la escuela debido a las dificultades económicas que atravesaba su familia, una situación que marca la realidad de muchas familias en su época.

Este hecho no solo demuestra la tenacidad y el espíritu de lucha del futuro actor y cantante, sino que también resalta las circunstancias adversas que formaron parte de su desarrollo personal y profesional. La transición de Infante desde sus humildes inicios hasta convertirse en uno de los artistas más queridos de México es un reflejo de su dedicación y talento.