El caldo de huesos es una preparación culinaria que se obtiene al hervir huesos de animales, como pollo, cerdo, res o pescado, en agua por un periodo prolongado de tiempo. Este proceso permite extraer nutrientes de los huesos, incluyendo minerales y colágeno, siendo este último de particular interés por sus beneficios para la salud de la piel y las articulaciones.
Y es que durante la cocción lenta, el colágeno contenido en los huesos y tejidos conectivos se descompone en gelatina y aminoácidos, como la glicina y la prolina, los cuales son esenciales para la formación del colágeno en el cuerpo humano.
El caldo de huesos se ha utilizado tradicionalmente tanto por sus cualidades nutricionales como medicinales, siendo valorado por su capacidad para fortalecer las articulaciones, mejorar la salud digestiva, y promover un sistema inmunológico saludable, entre otros beneficios.
Sin embargo, entre algunas personas puede surgir la duda sobre si existen alguna proteína (pollo, cerdo, res o pescado) que sea mejor y que brinde colágeno de mejor calidad. Y lo cierto es que cualquier proteína brindará excelentes dosis de colágeno, sí existen unas que pueden darlo en mayor cantidad.
Sin duda en este sentido la ganadora suele ser la res, ya que su colágeno es más abundante, sobre todo en las partes de los cartílagos, la médula ósea y el tuétano. Y aunque el cerdo se equipara en aporte de colágeno, la res suele ser mejor opción debido a que tiene ligeramente menor contenido de grasa.
Por su parte, después de la res y el cerdo, el pollo es probablemente la siguiente mejor opción sobre todo cuando se usan piezas como las patas y las piernas de pollo, donde se concentra la mayor cantidad de colágeno.
En último lugar, aunque también es una excelente opción, podría encontrarse el pescado, debido a que su aporte de colágeno puede ser menor debido a que carece de articulaciones como las de los mamíferos.
A pesar de esto, algunos como los pescados azules suelen tener buenas cantidades en su piel.
Cómo preparar el caldo de huesos para obtener colágeno
Sin duda, sin importar cuál sea la proteína que elijas, cualquier versión del caldo de colágeno te brindará excelentes beneficios por lo que aquí te decimos cómo puedes prepararlo.
Ingredientes:
- 1 a 2 kg de huesos de res, pollo o pescado (puede incluir huesos con médula, patas de cerdo o pollo para un mayor contenido de colágeno).
- 2 zanahorias.
- 2 tallos de apio.
- 1 cebolla grande.
- 10 granos de pimienta negra.
- 2 hojas de laurel.
- Agua suficiente para cubrir los ingredientes (aproximadamente 3 a 4 litros).
(Opcional) 2 cucharadas de vinagre de manzana (ayuda a extraer el colágeno de los huesos).
Preparación:
- Lave bien los huesos bajo el agua fría.(Opcional)
- Para un sabor más intenso y una mejor textura, puede hornear previamente los huesos a 200°C por 20 a 30 minutos hasta que estén dorados.
- Coloque los huesos en una olla grande y agregue suficiente agua fría para cubrirlos completamente.
- Añada el vinagre de manzana a la olla. Deje reposar la mezcla en agua fría durante 20 minutos antes de calentarla, ya que el ácido del vinagre ayuda a liberar el colágeno de los huesos.
- Lleve la olla a ebullición a fuego alto. Una vez que hierva, reduzca el fuego para mantener un simmer suave. En los primeros minutos de ebullición, retire con una cuchara la espuma y los desechos que suben a la superficie para clarificar el caldo.
- Añada las verduras, la pimienta y el laurel.
- Mantenga el caldo a fuego lento, cubierto parcialmente, por un período de 12 a 24 horas para huesos de res y de 8 a 24 horas para pollo o pescado. Cuanto más tiempo se cocine, más sabroso y nutritivo será el caldo.
Revise ocasionalmente, agregando agua si es necesario para mantener los ingredientes cubiertos. - Después de la cocción, retire del fuego y deje enfriar un poco. Cuele el caldo para eliminar los sólidos.
- Deje enfriar el caldo completamente y refrigérelo. La grasa se separará y solidificará en la superficie, lo que permite retirarla fácilmente si se desea
El caldo de huesos puede consumirse solo como una bebida nutritiva o utilizarse como base para sopas y otros platos. Al almacenarlo en el refrigerador, puede durar hasta 5 días y en el congelador hasta 3 meses.