Los domingos es una tradición de varias familias mexicanas salir a disfrutar de un rico desayuno y sin duda la barbacoa y la pancita son dos de los platillos predilectos para hacerlo. Para muchos mexicanos incluso es casi un ritual comerlo este día de la semana y otros tantos suelen usarlo para quitar la llamada “cruda”.
Y a pesar de su delicioso sabor ambos son platillos altos en calorías y grasas que deben ser consumidos con moderación. En este sentido, si algunas vez te haz preguntado si habrá una opción que sea más saludable que otra al momento de decidir cuál es la mejor opción para disfrutar del domingo. Aquí te decimos cuáles son los beneficios y contras nutricionales de cada platillo.
Por un lado, la barbacoa es un platillo tradicional muy arraigado en varias culturas latinoamericanas, especialmente en México, donde se considera parte esencial de la gastronomía local. Su preparación varía notablemente entre las regiones, pero en esencia, consiste en cocinar carnes lentamente, a bajas temperaturas, generalmente en un hoyo cavado en el suelo, que se forra con hojas de maguey y se cubre con tierra para retener el calor y el humo.
Este método de cocción lenta y al calor de brasas de madera, junto con el vapor generado dentro del hoyo, imparte a la carne un sabor ahumado y una textura que se deshace fácilmente.
Por su parte, la pancita también es otro platillo tradicional de la cocina mexicana que consiste en un guiso elaborado principalmente con estómago de res, conocido también como “menudo”. A este ingrediente principal se le añaden trozos de patas de res, granos de maíz precocidos (nixtamal), chiles rojos que le otorgan color y sabor, así como una mezcla de hierbas y especias que varían según la región y la receta familiar.
Es común que incluya cebolla, ajo, orégano, y a veces, limón y chile picado se sirven aparte para que cada comensal lo añada a su gusto.
El menudo se disfruta especialmente en reuniones familiares, festividades y, en particular, se consume como un desayuno robusto durante los fines de semana. En muchas regiones de México, se le atribuyen propiedades curativas contra la resaca, lo que lo hace aún más popular después de celebraciones.
Cuáles son los beneficios nutricionales de la barbacoa y la pancita
De acuerdo con diversas investigaciones, la barbacoa se caracteriza por ser una fuente rica en proteínas de calidad las cuales son cruciales para el mantenimiento de la masa muscular.
Entre sus principales nutrientes, se encuentra el potasio y la vitamina B-12, esenciales para la producción de sangre y la función cerebral. Sin embargo, es importante considerar que un taco de barbacoa contiene aproximadamente 212 calorías y es elevada en grasas saturadas.
Por otro lado, la pancita, elaborada principalmente con estómago de res, sobresale por su alto contenido en vitaminas del grupo B, como la B12, B6, niacina y riboflavina. Estas vitaminas son fundamentales para el metabolismo energético, el bienestar del sistema nervioso y la creación de glóbulos rojos.
En este sentido, el estómago de res es una rica fuente de proteínas naturales, incluyendo la actina y la miosina, fundamentales para la contracción muscular y esenciales en la realización de prácticamente todos nuestros movimientos. Además, contiene colágeno, que es clave en los procesos de cicatrización y contribuye a mejorar la apariencia de la piel.
En cuanto a su contenido nutricional, un plato de pancita puede aportar entre 250 y 300 calorías.
Tomando en cuenta lo anterior se podría señalar que es más saludable comer un plato de menudo que tacos de barbacoa, debido a que si es solo un plato las calorías son elevadas pero no superan las consumidas en los tacos, ya que el promedio de consumo es de tres por persona, lo que equivale a más de 600 calorías en una sola comida.
Además, a pesar de las calorías la pancita aporta proteína baja en grasa mientras que la barbacoa es alta en grasas saturadas.
Sin embargo, cabe mencionar que las personas con gastritis deben moderar el consumo de pancita debido a que suele ser un platillo ácido que puede generar reflujo y otros malestares.