El estado de Nuevo León cerró el fin de semana con una jornada violenta, en la que se reportaron narcobloqueos carreteros y el aseguramiento de media decena de vehículos blindados tipo “monstruo” que se presume pertenecían al Cártel del Golfo (CDG).
En el transcurso del domingo 28 de abril se registró un enfrentamiento en la autopista que va de Monterrey a Reynosa, en los municipios de China y General Bravo, lo que ocasionó bloqueos viales con vehículos incendiados.
De acuerdo con los reportes preliminares, los narcobloqueos se realizaron a la altura del kilómetro 120, lo que ocasionó un congestionamiento en la zona y la movilización por parte de elementos de Fuerza Civil.
Tras estos hechos, las autoridades de Nuevo León informaron que se logró el aseguramiento de cinco vehículos tipo monstruo en uno de los municipios donde se reportaron los disturbios. Sin embargo, se indicó que en estas acciones no se reportó una agresión armada hacia los uniformados.
“El Grupo de Coordinación para la Seguridad del Estado aseguró 5 vehículos blindados en General Bravo. No hubo enfrentamiento”, se lee en la breve publicación que se emitió alrededor de las 22:00 horas.
Si bien no se brindaron mayores detalles sobre el aseguramiento, en redes sociales se difundieron imágenes de las unidades localizadas. Los vehículos eran de color negro mate y tenían inscritas las siglas “CDG” en color blanco. Esto como referencia al Cártel del Golfo, organización criminal que mantiene una disputa con el Cártel del Noreste en Nuevo León.
Las inscripciones del “CDG” se encontraban en la puerta del conductor, del copiloto y en la estructura que cubre la torreta. También se colocó en la parte trasera de uno de los vehículos, aunque las letras no estaban rotuladas sino pintadas a mano.
Según se aprecia en las imágenes, los vehículos tenían cuatro puertas, cuyas ventanas se encontraban selladas y blindadas; sólo se dejó un pequeño orificio por el que se puede asomar el fusil de un arma de fuego.
La parte trasera de las unidades estaba habilitada para resguardar a los sicarios de ataques armados. Asimismo, los techos de los vehículos fueron modificados para instalar armas de grueso calibre, como un fusil Barret .50. Esto con la finalidad de intentar replicar las torretas militares.
Aunque el Grupo de Coordinación para la Seguridad estatal indicó que en el aseguramiento no se reportó un enfrentamiento armado, en una de las imágenes difundidas se observa que al menos una unidad tenía perforado el parabrisas de la parte del conductor.
Las principales características de estos vehículos es que cuentan con un recubrimiento con placa de acero suficientemente gruesa para resistir a los ataques armados. En ocasiones, estas unidades también son capaces de soportar minas terrestres y agresiones con drones.
Entre los vehículos más modificados por las organizaciones criminales, como el Cártel del Golfo, destacan las camionetas tipo Ford Lobo, Ford Raptor y Chevrolet Tahoe.