José Madero, músico mexicano, lanzó recientemente su sencillo “Luciérnaga”, en una emocional colaboración con Becky Espinosa de los Monteros, madre de Karen Esquivel, víctima de feminicidio en Naucalpan, Estado de México.
ste tema profundiza en la tragedia de la madre y el dolor que sigue viviendo su familia tras su brutal asesinato en septiembre de 2016. La colaboración entre el ex vocalista de PXNDX y Espinosa de los Monteros busca no solo rendir homenaje a Karen, sino también poner en relieve la persistente problemática de violencia contra las mujeres en México, un país donde diariamente se informa del asesinato de entre 9 y 10 mujeres.
Karen Esquivel, de 19 años, desapareció el 22 de septiembre de 2016 tras dirigirse a una farmacia cercana a su hogar. Su cuerpo fue hallado días después en El Tejocote, junto al de Adriana Hernández, otra mujer asesinada. El responsable de estos crímenes fue condenado a prisión perpetua por doble feminicidio. Sin embargo, para las familias de Karen y Adriana, la sentencia no cierra la herida abierta por la pérdida.
“Al escucharla evoqué ese sentimiento de culpa por no haber presentido, por no haberla podido defender. Después de mucho trabajo introspectivo procesando la cicatrización de la herida más grande y dolorosa que jamás hubiera imaginado sentir, llega ese momento en el que logras entender que la culpa ya no cabe, porque no había modo de defender a tu hija, a ese ser que nació de tí, que llevaste en tus entrañas, a tu princesa, a tu tesoro sagrado” comunicado de Becky tras el lanzamiento de la canción.
“Luciérnaga” destaca por la participación de Becky Espinosa en los acordes de la canción, compartiendo su experiencia y el inmenso dolor por la pérdida de su hija. En la canción, se puede apreciar una profunda crítica social al fenómeno del feminicidio en México, en un intento por visibilizar y combatir esta problemática. La composición también refleja el proceso de duelo y la búsqueda de justicia por parte de las familias afectadas.
“Espero ayude a que volteemos a ver algo que nadie quiere ver, pero que es necesario hacerlo, porque sí sucede. Todos estamos expuestos, por eso debemos reaccionar”.
La música se ha convertido en un poderoso medio para denunciar y concienciar sobre la violencia de género, con artistas como Vivir Quintana sumándose a esta causa a través de sus obras. Con “Luciérnaga”, José Madero y Becky Espinosa de los Monteros aportan a este movimiento, haciéndose eco del dolor, la lucha y la resiliencia de las familias y amistades de las víctimas de feminicidio.
¿Qué pasó con el caso de Karen Esquivel?
“Luciérnaga” no solo narra la trágica pérdida de Karen, sino que también se erige como una fuente de consuelo y luz para todas aquellas madres que han enfrentado el dolor de perder a sus hijas bajo circunstancias similares. Con frases que invitan a recordar y honrar a las víctimas, José Madero encamina su música a ser un vehículo de concientización y apoyo ante la cruda realidad del feminicidio en el país.
El fondo de la canción retoma el caso específico de Karen Esquivel, quien fue asesinada en el año 2016 en el Estado de México (Edomex), un hecho que sacudió a la comunidad y puso en relieve la persistente violencia de género en la región. La sentencia de prisión vitalicia impuesta a Fernando González García por este doble feminicidio, aunque representó un paso hacia la justicia, también recuerda la urgencia de continuar luchando por un cambio real en la sociedad.
El caso de Karen Esquivel, quien desapareció el 22 de septiembre de 2016 en Naucalpan, Estado de México, es un recordatorio estremecedor de la violencia de género que pervive. La joven de 19 años, que se dirigía a su trabajo como entrenadora en un gimnasio de la colonia Lomas Verdes, fue vista por última vez con vida en una farmacia cercana a su lugar de trabajo. De manera simultánea, Adriana Hernández, de 52 años, también fue reportada como desaparecida; su hogar se ubicaba cerca del gimnasio donde Karen laboraba.
El descubrimiento de los cuerpos de Karen y Adriana, ocultos en una maleta en un domicilio de la colonia El Tejocote, conmocionó a la comunidad. En febrero de 2017, la noticia de la detención de Fernando “N”, identificado como el principal sospechoso y quien se desempeñaba como franelero cerca del gimnasio de Karen, constituyó un avance en el caso, culminando en marzo de 2018 con su sentencia a prisión vitalicia por el doble feminicidio.
González García, empleado del gimnasio Curves Smart durante ocho años, relató a las autoridades de la Fiscalía General de Justicia los eventos que culminaron en el trágico suceso del 22 de septiembre.
El día del crimen, había adquirido 10 grapas de cocaína, rompiendo así con tres semanas de abstinencia. Consumió la droga a lo largo del día, hasta que fue sorprendido por Karen Esquivel, quien trabajaba en el mismo gimnasio.
Entre ellos existía cierta confianza, la cual llevó a Esquivel a reprenderlo y amenazarlo con denunciarlo ante los dueños del establecimiento por su consumo de drogas. La reacción del sujeto fue violenta; Adriana Hernández, vecina del lugar, fue testigo de la agresión y confrontó a González, lo que la convirtió en la segunda víctima del valet parking.
Después de cometer ambos crímenes, ocultó los cuerpos en maletas que posteriormente llevó a su domicilio en la colonia Tejocote, en Naucalpan. Sorprendentemente, regresó a su trabajo aun con las maletas cerca, pretendiendo mantener su rutina normalmente.
Consciente de la gravedad de sus actos y temiendo su inminente arresto, decidió huir. Informando a sus familiares sobre su situación y su decisión de “irse a otro lugar” por estar “metido en un problema”, la noche del 23 de septiembre, se trasladó a la Central del Norte, en la Ciudad de México. Desde ahí, partió hacia Irapuato, Guanajuato, en un intento de evadir a la justicia.
Una vez en Irapuato, logró mantener un perfil bajo, encontrando empleo en un negocio de lavado de autos. Durante cinco meses, logró esquivar a las autoridades, viviendo bajo una identidad falsa y dedicándose a una labor honesta, lejos del escenario de sus crímenes.
Sin embargo, la perseverancia de la Fiscalía General de Justicia dio sus frutos cuando los agentes localizaron y capturaron a González en su camino al trabajo. Al ser confrontado por los agentes, inicialmente negó su identidad, afirmando llamarse Francisco.
Pero la evidencia era irrefutable: al ser confrontado con su propia foto, la cual circulaba en un anuncio que ofrecía una recompensa de 500 mil pesos por información que condujera a su captura, Fernando no tuvo más opción que admitir ser el individuo buscado por el doble asesinato en Naucalpan.
“Queremos recordarla como la joven brillante, bella, activa, trabajadora, deportista, con iniciativa”, dijeron sus amigos el día que le dieron el último adiós a la jóven.
México, un país en donde los feminicidios van en aumento
Durante el primer trimestre del año, México ha enfrentado un alarmante incremento en los casos de violencia de género y feminicidios, según los últimos datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En marzo, se registraron 70 feminicidios, elevando la cifra total a 184 asesinatos de mujeres por razones de género en lo que va de año, marcando marzo como el mes con mayor número de casos.
El Estado de México se posiciona como la entidad federativa con el mayor número de feminicidios, sumando 23 casos, seguido de cerca por la Ciudad de México con 18, y Nuevo León con 16. Morelos se distingue lamentablemente al tener la tasa más alta de feminicidios por cada 100 mil mujeres, con 1.14 casos.
Los municipios de Juárez, Chalco, Guadalajara y Hermosillo han reportado cada uno cuatro casos de feminicidio, resaltando como los municipios con mayor incidencia de este delito en el país.
Además, entre enero y marzo se han documentado 621 casos de homicidio doloso de mujeres. Guanajuato encabeza estos números con 92 casos, seguido por Baja California con 71 y el Estado de México con 56.
En relación con las llamadas de emergencia realizadas por mujeres en situación de peligro, se registró un incremento significativo en marzo, con 31 mil 491 llamadas, destacando la Ciudad de México, el Estado de México y Chihuahua como las entidades con mayor número de alertas.
Estos datos reflejan la persistente y creciente problemática de violencia contra las mujeres en México, evidenciando la urgente necesidad de acciones concretas y soluciones efectivas para combatir estos delitos y proteger a las víctimas.