La gastronomía mexicana es basta y diversa, por lo que reconocer todos sus platillos es prácticamente imposible. Algunos platos pasan inadvertidos fuera de la región de las que son originarios, pese a ser deliciosos y nutritivos.
Entre las creaciones culinarias que no desconocidas para muchos están las originarias de San Luis Potosí, una entidad en la que la cocina tiene fuertes raíces prehispánicas y novohispanas.
Las enchiladas potosinas, tamal de zacahuil, capirotadas y cabuches están entre los platillos insignia de la región. Sin embargo, hay otras opciones gastronómicas menos conocidas igual de deliciosas, como el caldo loco o caldo huasteco.
En la región Huasteca, el caldo loco destaca como una emblemática receta tradicional, incluso reconocido en antiguos libros de cocina de San Luis Potosí. Su nombre se debe a la inusual inclusión de frutas en su elaboración, tales como manzana, piña y plátano macho, este último con la cáscara incluida.
El nivel de dulzura se ajusta según la cantidad de picante que se añade durante su preparación, por lo que ofrece una compleja y sorprendente experiencia culinaria.
Para probar este platillo típico en su lugar de origen la mejor opción es Ahuacatitla, un pintoresco pueblo potosino en el que se puede encontrar prácticamente todos los días del año.
¿Cómo se prepara el caldo loco, platillo típico de SLP?
Para preparar caldo loco se necesita carne de gallina (pero se puede sustituir por res o cerdo), frutas como manzana, piña y plátano macho (este último se utiliza con cáscara), verduras (como zanahoria, chayote, y papas) y chiles para ajustar el nivel de picante.
- Cocinar la carne en una olla con agua suficiente para cubrirla, agregando sal al gusto. Mientras se cuece la proteína, se preparan las verduras cortándolas en trozos.
- Una vez que la carne esté parcialmente cocida, se añaden las verduras y posteriormente las frutas mencionadas. Todo se deja cocer a fuego medio.
- Se ajusta el picante incorporando chiles al gusto. Es importante tener en cuenta que el equilibrio entre el dulzor de las frutas y el picante del chile es esencial para lograr el sabor característico del caldo loco.
- Se deja todo cocinando a fuego lento hasta que las frutas, verduras, y carnes estén bien cocidas y los sabores se hayan integrado por completo.
- El caldo loco se sirve caliente, idealmente acompañado de tortillas de maíz y una variedad de salsas para ajustar el picante al gusto.
¿Cuáles son los beneficios de comer caldo loco?
- Aporte proteíco: las carnes utilizadas (pollo, res, y cerdo) son fuentes ricas en proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y construcción de tejidos en el cuerpo.
- Vitaminas y minerales: las frutas como la manzana, piña y el plátano macho aportan una variedad de vitaminas, incluyendo vitamina C, potasio y fibra dietética. Estos nutrientes son cruciales para el mantenimiento de la salud del sistema inmunológico, la digestión y la prevención de enfermedades crónicas.
- Fibra: el plátano macho, especialmente cuando se utiliza con cáscara, es una excelente fuente de fibra, que puede ayudar a mejorar la salud digestiva, controlar el azúcar en la sangre y contribuir a una sensación prolongada de saciedad.
- Antioxidantes: las frutas y verduras incorporadas en el caldo contienen antioxidantes, los cuales combaten los radicales libres en el cuerpo, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro.
- Hidratación: al ser un plato basado en caldo, contribuye a mantener el cuerpo hidratado, fundamental para el funcionamiento óptimo de todos los sistemas del cuerpo.
- Bajo en grasa: dependiendo de la elección de carnes y del manejo de las mismas (retirando la grasa visible), puede ser una opción baja en grasas saturadas, beneficiosa para la salud cardiovascular.