La gastronomía mexicana es tan diversa que no se limita a los platillos salados, pues también hay una gran variedad de delicias dulces que han enamorado a ciudadanos de todo el mundo. Más allá de los tacos y las emblemáticas preparaciones de los derivados del maíz, México cuenta con sus tradicionales dulces típicos.
Los dulces mexicanos son distintos en cada región y cada uno de ellos cuenta con una historia y una carga cultural muy particular. Taste Atlas, una de las enciclopedias más importantes del planeta, se encarga de calificar platillos icónicos de muchos países, incluído México, y tiene una lista de los mejores 100 platos mexicanos que existen. En esta lista hay representación de dulces típicos y aquí te decimos cuál es el que tiene mejor puntaje.
La cocada: el dulce preferido por los paladares extranjeros
Taste Atlas señala a las tradicionales cocadas como el dulce mexicano más rico de todo el mundo y le otorga la nada despreciable calificación de 4,1 estrellas de 5. Así las describe en su portal de internet:
“Las cocadas son delicias dulces de coco originarias del estado de Colima, México. Tradicionalmente, el brebaje se elabora combinando coco rallado, azúcar, huevos y agua, aunque algunas versiones modernas incorporan aromas como clavo, vainilla o extracto de almendras”.
También añade: “El postre también es muy popular en toda Latinoamérica, en países como Perú y Colombia. A veces, a los cocineros les gusta agregar colorante a las cocadas para simbolizar los colores de la bandera de un país específico, lo que hace que el postre suave y masticable sea a la vez patriótico y sabroso. Las cocadas se pueden encontrar en las calles y playas de América Latina, generalmente vendidas en canastas o en lotes de bandejas de aluminio”.
Otros dulces típicos mexicanos para despertarte el antojo
Los dulces típicos mexicanos constituyen una parte esencial de la rica y diversa gastronomía del país, reflejando una mezcla de tradiciones prehispánicas y coloniales. Estos dulces, elaborados a partir de ingredientes locales, ofrecen una amplia variedad de sabores, texturas y colores. Algunos de los más representativos incluyen:
Alegrías: Hechas a base de amaranto inflado, mezclado con miel o piloncillo y a menudo incorporando semillas de calabaza, nueces o pasas. Son altamente nutritivas y una de las golosinas más antiguas de México.
Mazapanes: Aunque de origen árabe, los mazapanes en México tienen una particularidad, ya que se elaboran principalmente con cacahuate molido y azúcar. Son suaves, ligeros y se deshacen en la boca.
Dulce de leche (cajeta): Originario de la ciudad de Celaya, en el estado de Guanajuato, este dulce de leche caramelizado se disfruta solo o como relleno en diversos postres. Es tan popular que se encuentra en casi cada rincón del país.
Calaveras de azúcar: Son típicas de las celebraciones del Día de Muertos. Estas calaveras, además de azúcar, pueden llevar adornos de papel metalizado y colorantes, convirtiéndolas en pequeñas obras de arte comestible.
Tamarindos: Los dulces de tamarindo, que suelen ser agridulces, son muy populares en México. Se encuentran en diversas presentaciones, como paletas, rollos o incluso en polvo, y a menudo se les añade chile para darles un toque picante.
Borrachitos: Pequeños dulces de azúcar suave, generalmente aromatizados y coloreados con frutas naturales y con un toque de licor, que les da el nombre. Son típicos de varios estados y cada región tiene su versión.
Estos son solo algunos ejemplos de la amplia variedad de dulces típicos que ofrece México, cada uno con historias y sabores que reflejan la riqueza cultural del país. Degustar estos dulces no solo es una experiencia culinaria, sino también una manera de conectar con las tradiciones y la historia de México.