Activistas defensores de los animales se manifestaron este jueves delante del Senado de la República para exigir una sanción al morenista Adolfo Gómez Hernández, quien fue el responsable de promover un ritual de sacrificio de una gallina viva en la sede de la Cámara Alta.
“Estamos aquí reunidas muchas organizaciones y activistas de protección animal para exigir (...) que al senador se le sancione”, advirtió Sofía Morín, organizadora a título individual de la concentración, en declaraciones a los medios.
Aunque el senador de Morena defendió que el hecho se produjo en el contexto de un ritual ancestral, la Mesa Directiva ha confirmado que Gómez Hernández enfrentará una sanción administrativa por sus acciones, que han generado un considerable debate sobre la convivencia de costumbres ancestrales con el respeto a los derechos animales.
La controversia surgió después de que un ritual que involucraba el sacrificio de una gallina se llevara a cabo dentro de las instalaciones del Senado mexicano, lo que rápidamente se difundió a través de medios digitales.
Adolfo Gómez confirma que sabía que violaba la ley al sacrificar a una gallina en el @senadomexicano pero explica que por encima de ella está la Constitución y al preguntarle qué va a hacer si lo sancionan, contesta: que la apliquen. pic.twitter.com/EMdHsNc9td
— Leti RoblesdelaRosa (@letroblesrosa) April 24, 2024
Según reportes, este acto estaba destinado a honrar rituales indígenas relacionados con la lluvia. La presidencia de la Cámara Alta expresó su rechazo, asumiendo distancia del suceso y señalando la total responsabilidad de Gómez. En respuesta, el senador se defendió apelando al derecho constitucional de las comunidades originarias a preservar sus tradiciones y prácticas.
Varias organizaciones de protección animal, así como individuos y activistas, se han movilizado exigiendo acciones concretas contra el legislador.
Entre ellos, Sofía Morín, figura prominente de la manifestación, criticó severamente la conducta del senador resaltando la incoherencia de promover el maltrato animal mientras el país busca promover leyes contra esta práctica. Este evento ha unido a diversos sectores de la sociedad en una causa común, evidenciando la complejidad de integrar el respeto por las tradiciones con la protección hacia los animales.
Diversos actores políticos y sociales han expresado su postura al respecto. La activista Cecilia Ortuño de Igualdad Animal ha anunciado que se han interpuesto denuncias contra Gómez y ha asegurado que las protestas continuarán.
Además, la diputada Cynthia López del PRI se sumó a las voces críticas, solicitando la destitución del senador implicado. Este incidente ha reavivado el debate sobre el maltrato animal en México, un país que se enfrenta al desafío de equilibrar sus ricas tradiciones culturales con las demandas contemporáneas de derechos y protección animal.
Mesa Directiva se deslindó del sacrificio
La Presidencia del Senado de la República se desvinculó de la controversia generada tras el sacrificio de un ave dentro de las instalaciones del recinto legislativo, hecho atribuido al senador Adolfo Gómez Hernández, miembro del partido Morena.
La acción, según comunicó la Mesa Directiva, se realizó bajo la “estricta responsabilidad individual” del legislador mencionado, a pesar de la previa negativa de autorización para llevar a cabo tal acto.
El senador Gómez Hernández defendió su actuación alegando que se basaba en las tradiciones y costumbres de un grupo indígena, aunque esto contravino la decisión expresa de la Mesa Directiva del Senado, la cual había negado el permiso para introducir el animal al edificio.
Subrayando su compromiso con la promoción de los derechos de los animales, la dirección del Senado anunció que se impondrán medidas disciplinarias al senador responsable de los hechos.
Si bien el evento ha suscitado diversas opiniones, la Presidencia del Senado enfatizó su desaprobación frente a los sucesos, reiterando su postura en contra de cualquier acto que pueda ser considerado como irrespetuoso hacia la vida animal.
Además, recordó los esfuerzos previos del legislativo en la defensa de los derechos animales, asegurando que seguirán tomando acciones pertinentes para reforzar estas posturas. Este incidente abre nuevamente el diálogo sobre las prácticas culturales y su lugar en espacios públicos y gubernamentales, colocando en la balanza la tradición y los principios éticos contemporáneos.