Cuando Hernán Cortés y sus fuerzas españolas arribaron a la Gran Tenochtitlan, con un plan entre manos para conquistar la ciudad, se encontraron con un sistema de educación bien establecido: los mexicas eran personas educadas y tenían sus propias escuelas, tanto para la clase trabajadora como para los nobles.
No obstante, la educación tradicional de los gobernados de Moctezuma fue una de las tantas cosas que la corona desapareció cuando se instauró Nueva España en México. Los colegios mexicas fueron reemplazados por nuevas escuelas bajo el sistema de educación europeo.
El Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, fundado en 1536, representa un hito histórico importante, ya que es considerado el primer establecimiento de educación superior para indígenas en América. Este colegio fue creado por los frailes franciscanos en la Ciudad de México, en la zona conocida como Tlatelolco. Su objetivo era formar a los hijos de la nobleza indígena bajo los preceptos de la religión católica, además de enseñarles latín, artes, filosofía y ciencias, siguiendo el modelo educativo europeo de la época.
El Colegio funcionó como un importante centro de enseñanza, traducción y creación literaria. Allí se produjeron obras significativas para el entendimiento y la conservación de la cultura náhuatl y de otras lenguas indígenas. Entre los trabajos destacados realizados en el colegio se encuentra la traducción al náhuatl del catecismo cristiano.
A lo largo de los años, el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco sufrió varios cambios y enfrentó diversas dificultades, incluyendo periodos de declive. Sin embargo, su legado como centro de formación cultural y educativa es innegable, siendo un símbolo de la fusión entre las culturas indígena y española en el periodo colonial.
Hoy en día, las instalaciones que alguna vez albergaron al Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco son parte de un complejo histórico que los visitantes pueden explorar para aprender más sobre este capítulo relevante de la historia de México y la educación en América Latina.
La educación en tiempos de los mexicas
La educación en la época de los mexicas, también conocidos como aztecas, era un aspecto fundamental de su sociedad, estructurada para inculcar valores, conocimientos y habilidades necesarias para mantener el orden social y la continuidad cultural. Existían dos tipos principales de escuelas: el Calmécac, destinado a la nobleza, donde se enseñaban ciencias, arte, religión y técnicas militares; y el Telpochcalli, al que asistían los jóvenes del pueblo, enfocado en la instrucción militar y el trabajo comunitario.
Además de estas instituciones, la educación comenzaba en el hogar, donde los padres enseñaban a sus hijos las normas sociales, el respeto a los mayores, la religiosidad y las labores cotidianas. Esta formación doméstica era complementada con la educación formal, preparando a los individuos para asumir sus roles dentro de la estructura social mexica, ya sea en el campo de batalla, en la religión o en la actividad artesanal y comercial.
La educación mexica se caracterizaba por su rigor y disciplina, con un fuerte énfasis en el valor de la comunidad sobre el individuo, buscando formar ciudadanos leales al Estado. La preparación militar era de suma importancia, especialmente para los hombres, mientras que las mujeres recibían educación en el hogar, enfocándose en labores textiles, culinarias y religiosas, preparándolas para sus roles como madres y guardianas de la tradición.
Los valores transmitidos a través de la educación mexica enfatizaban la importancia del sacrificio, la devoción a los dioses y la contribución al bienestar colectivo, elementos vistos como pilares para el mantenimiento de la estabilidad y prosperidad de su sociedad.