La violencia que afecta al estado de Baja California, principalmente en la ciudad de Tijuana, se debe supuestamente a una disputa interna entre operadores del Cártel de los Arellano Félix (CAF) y, además, a una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para combatir al Cártel de Sinaloa.
La alianza entre una facción los Arellano Félix y un miembro del CJNG ha sido formada para confrontar a grupos asociados al Cártel del Pacífico, buscando dominar las ciudades de Tijuana y Tecate, reveló una investigación de Rosario Mosso del Semanario Zeta.
El liderazgo de esta alianza, que tiene como objetivo ejercer control sobre estas zonas críticas, recae en Pablo Edwin Huerta Nuño, alias El Flakito, del CAF, y Javier Adrián Beltrán Cabrera, conocido como El Javi o El Puma, del CJNG.
La unificación de estos grupos, según Semanario Zeta, se produce en el contexto de una violenta disputa territorial contra el Cártel de Sinaloa, que ha resultado en un alarmante incremento de asesinatos de miembros de alto y medio rango dentro de las organizaciones criminales involucradas.
De acuerdo con cifras obtenidas por el medio fronterizo, se registraron 568 asesinatos del 1 enero al 16 de abril de este año, 52 dos asesinatos más que un año antes. En tanto, se reclaca que febrero fue el más violento del trimestre, al sumar 168 muertes violentas.
Las autoridades gubernamentales y agentes de inteligencia, citados por Mosso, afirman que estos crímenes son realizados de manera ostensible, con la intención de intimidar a los grupos rivales y demostrar la impunidad con la cual operan en el estado.
El 20 de diciembre de 2023, El Flakito sufrió un ataque armado en una farmacia de Tijuana, resultando herido de bala. Después de su recuperación, Huerta buscó refugio en Estados Unidos, y donde ahora es testigo protegido, al tiempo que buscó refugio Beltrán, reportó Zeta Tijuana.
El trasfondo de esta alianza es complejo. Huerta Nuño y Beltrán Cabrera tienen un largo historial de ataques contra autoridades y robos de narcóticos a lo largo de dos décadas. Su relación se remonta a los años 90 y principios de los 2000, dentro del Cártel de Tijuana, pero se fracturó en 2018 cuando El Pedrito y su grupo, Los Erres, cambiaron de alianzas varias veces, incluido un período con el Cártel de Sinaloa, antes de unirse finalmente al CJNG.
Este patrón de volubles alianzas culminó en un intento fallido contra su vida, lo que llevó a Huerta a cruzar a Estados Unidos buscando protección y continuar sus actividades delictivas desde allí.
La situación de Javier Adrián Beltrán Cabrera, alias El Pedrito, parece ser igualmente precaria, con amenazas de muerte anunciadas por el CDS que se extienden hasta San Diego, California, donde reside actualmente.
Recientemente, el 17 de abril, un video circuló a través de medios como Infobae México, mostrando a supuestos miembros del CJNG advirtiendo a los líderes del Cártel de Sinaloa en Tijuana, reafirmando su dominio sobre la región.
Además, el Fiscal Central de Baja California, Rafael Orozco Vargas, fue amenazado directamente en una narcomanta, la cual fue vinculada al CJNG, sugiriendo una creciente tensión entre estas facciones en disputa por el control territorial.
La pelea entre cárteles no es sólo la causa del incremento de homicidios, también tiene que ver con una disputa interna en el también conocido como Cártel de Tijuana.
En tanto, el Semanario Zeta apuntó que los reposponsables del conflicto interno en el CAF es entre Brayan James Corona, alias El Pache y Pablo Huerta Nuño, El Flakito.
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