Las generaciones que crecieron durante la década de los noventa recuerdan con nostalgia el parque de atracciones Divertido, localizado en Periférico Norte, Estado de México. Este icónico lugar era considerado un punto de reunión familiar, donde con una admisión de 39.90 pesos, tanto niños como adultos podían disfrutar de variadas atracciones y experiencias educativas desde lunes a domingo hasta el cierre a las 20 horas.
El éxito de Divertido no solo se debía a su accesible costo de entrada y su diversa oferta de entretenimiento que incluía desde montañas rusas, carruseles, casas del terror hasta experiencias interactivas como Alicia, la mujer gigante, una atracción que permitía a los visitantes explorar los órganos del cuerpo humano de manera lúdica.
Este espacio de esparcimiento era administrado por la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), una entidad que buscaba fusionar la diversión con el aprendizaje, logrando que Divertido se destacara no sólo por sus juegos mecánicos sino también por su contribución educativa.
Además, el parque adquirió mayor popularidad gracias a ser elegido como sede para las transmisiones en vivo del programa Súper Vacaciones del Canal 5, que contaba con la aparición del personaje gato GC, convirtiéndose en un elemento más en la memora colectiva de quienes vivieron su infancia y adolescencia en esos años.
La estrategia de incorporar personalidades y programas de televisión del momento en el esquema de entretenimiento del parque, reforzaba su imagen como un lugar de actualidad y conexión con la cultura popular de la época.
En retrospectiva, el parque Divertido marcó un hito en la industria del entretenimiento familiar en el Estado de México y se mantiene vivo en el recuerdo de muchos que, a lo largo de su operación, lo visitaron y formaron parte de una época en la que la diversión y el aprendizaje se entrelazaban de manera única y accesible para una gran cantidad de personas.
La combinación de juegos mecánicos clásicos, propuestas educativas innovadoras y asociaciones con figuras y programas televisivos del momento, le otorgaron un lugar especial en el corazón de aquellos que vivieron su niñez y juventud durante los noventa.
El emblemático Parque Divertido, ubicado originalmente en el Estado de México, cerró sus puertas a principios de la nueva década, sus últimas operaciones se registran en 2007 tras una significativa reducción en la afluencia de visitantes.
Posteriormente, sus instalaciones fueron trasladadas a Puebla para dar vida a Valle Fantástico, un proyecto que, al igual que su predecesor, eventualmente también cesó operaciones. El sitio que una vez albergó risas y diversión en el Estado de México, más tarde se convirtió en un casino, el cual igualmente concluyó sus actividades.
La decisión de cerrar Parque Divertido fue tomada por la Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE), junto con otros inversionistas, quienes argumentaron la insostenibilidad del proyecto debido a los elevados costos de mantenimiento y las complicaciones derivadas de la gestión de las concesiones.
Después de una década de funcionamiento, la disminución en el número de visitantes selló el destino del parque. A pesar de las circunstancias oficiales que rodearon su cierre, surgió una leyenda urbana que relata la trágica muerte de un niño en una de las atracciones, añadiendo un manto de misterio y especulación sobre el inesperado final del parque.
El traslado de las atracciones a Puebla, buscando renovar la magia y el entretenimiento bajo el nombre de Valle Fantástico, no logró replicar el éxito esperado, llevando a otro cierre en la crónica de espacios de diversión en México.
En lo que concierne al espacio original en el Estado de México, el intento de reemplazar la alegría y la aventura por el juego y las apuestas tampoco logró perdurar, marcando el fin de una era para las familias y los buscadores de emociones que alguna vez disfrutaron de sus instalaciones.
Este acontecimiento no solo ilustra el ciclo de vida y transformación de los espacios de ocio en México, sino que también refleja los desafíos económicos y sociales a los que se enfrentan este tipo de proyectos. La historia detrás del cierre del Parque Divertido, así como la creación y eventual desaparición de Valle Fantástico, sigue siendo un testimonio de los esfuerzos por ofrecer entretenimiento y felicidad a pesar de las adversidades.