El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una condición médica en la cual se acumula una cantidad anormalmente alta de grasa en el hígado. Esta acumulación de grasa puede interferir con las funciones normales del hígado y, en casos graves, provocar complicaciones de salud significativas.
¿Cuándo saber si tengo hígado graso? Esta condición silenciosa puede pasar desapercibida hasta que los síntomas se hacen evidentes. Aquí exploraremos los signos y síntomas del hígado graso, sus tipos, factores de riesgo y cómo se diagnostica y trata. Además, proporcionamos consejos sobre cambios en el estilo de vida para ayudar a mantener la salud hepática.
En el mundo de la medicina, el hígado graso es una afección en aumento que afecta a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, debido a su naturaleza asintomática en las etapas iniciales, muchos pueden desconocer su presencia hasta que la enfermedad progresa.
¿Cuáles son los signos de tener hígado graso?
Uno de los síntomas más comunes es la fatiga inexplicable. Aquellos con hígado graso pueden experimentar una sensación de cansancio constante, incluso después de períodos de descanso adecuados. Este cansancio puede interferir con las actividades diarias y afectar la calidad de vida.
Otro signo a tener en cuenta es el malestar abdominal, especialmente en el lado superior derecho. Este malestar puede manifestarse como una sensación de hinchazón o dolor en esta área. Además, algunas personas pueden notar cambios en la piel, como oscurecimiento en las axilas o en la parte superior de los brazos.
La orina oscura también puede ser un indicador de hígado graso. Este cambio en el color de la orina puede ser preocupante y debe ser discutido con un profesional médico para obtener un diagnóstico preciso.
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad y pueden estar presentes en diferentes grados en diferentes personas. Además, el hígado graso puede presentarse de dos formas principales: la enfermedad del hígado graso no alcohólico y la enfermedad del hígado graso por alcohol.
¿Cuál es la diferencia?
El hígado graso puede desarrollarse debido a una variedad de factores, incluyendo la obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, los niveles altos de colesterol y triglicéridos en la sangre, la presión arterial alta, ciertos medicamentos, y otros trastornos metabólicos.
Además del consumo excesivo de alcohol, otros factores de riesgo para el desarrollo de hígado graso incluyen la genética, la exposición a toxinas y ciertas enfermedades.
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA): esta forma de hígado graso no está relacionada con el consumo excesivo de alcohol. La EHGNA se subdivide en dos categorías: hígado graso simple y esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
En el hígado graso simple, hay acumulación de grasa en el hígado sin inflamación significativa ni daño hepático. Sin embargo, en la EHNA, además de la acumulación de grasa, también hay inflamación y daño en las células hepáticas, lo que puede progresar a fibrosis (cicatrización) y cirrosis hepática con el tiempo.
- Enfermedad del hígado graso por alcohol: está directamente relacionada con el consumo excesivo y prolongado de alcohol. El alcohol es metabolizado por el hígado, y su consumo excesivo puede llevar a la acumulación de grasa en las células hepáticas, inflamación y daño hepático.
El diagnóstico del hígado graso puede ser un desafío debido a su falta de síntomas distintivos en las etapas iniciales. Sin embargo, los médicos pueden sospechar de esta afección en función de los antecedentes médicos del paciente, los síntomas reportados y los resultados de las pruebas de función hepática.
Tratamiento para el hígado graso
El tratamiento del hígado graso suele implicar cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, una dieta saludable y el ejercicio regular. En casos más graves, pueden ser necesarios medicamentos para controlar los síntomas y reducir la progresión de la enfermedad.
El hígado graso es una condición silenciosa que puede pasar desapercibida hasta que los síntomas se hacen evidentes. Es fundamental estar atento a los signos y síntomas mencionados anteriormente y buscar atención médica si se presentan. Además, llevar un estilo de vida saludable puede ayudar a prevenir y controlar esta enfermedad hepática en aumento.
El hígado estaba mal: Daniel Bisogno
En declaraciones al programa Ventaneando, el conductor Daniel Bisogno señaló: “Tenía frío todo el tiempo, la infección estaba ahí tremenda, cuando llego al hospital me estudian y ven cómo estaba la cosa estaba invadido: 3 litros de pus me lo sacaron del cuerpo y eso. Resulta que uno de los pulmones estaba muy adherido y tuvieron que entrar y lavar el pulmón. El hígado estaba mal”.
“Cuando se percatan que está mal, se hace chiquito y eso fue lo que me pasó a mí público querido, en el hospital estuve en terapia intensiva 25 días. Me salieron llagas en la cabeza. Yo no tenía la fuerza para respirar por mí mismo, ya había pensado en hacer una traqueotomía para poder respirar y cuando tuviera la fuerza necesaria que me quitaran los tuvois. Le hablaran por teléfono a mi hermano y ya”, declaró.