¿Por qué tienes antojos ‘raros’ en el embarazo?

Estudios diversos constatan la prevalencia de antojos entre embarazadas, impulsados por cambios hormonales y necesidades nutricionales

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Los cambios hormonales y físicos juegan un papel fundamental en los antojos de las embarazadas, afectando directamente los sentidos del gusto y el olfato (Freepik)
Los cambios hormonales y físicos juegan un papel fundamental en los antojos de las embarazadas, afectando directamente los sentidos del gusto y el olfato (Freepik)

Durante el embarazo, es común que muchas mujeres experimenten antojos por alimentos específicos, un fenómeno que afecta aproximadamente al 25% de las embarazadas, según revelan diversos estudios.

Aunque la ciencia aún no ha logrado explicar con exactitud los mecanismos detrás de estos deseos intensos, las teorías actuales apuntan a los cambios hormonales y físicos como posibles detonantes, los cuales tienen un impacto directo en los sentidos del gusto y el olfato.

En la etapa del embarazo, los antojos emergen como una de las características más notorias, llegando a ser motivo de algunas creencias populares, como aquella que advierte que si no se satisfacen los deseos de la futura madre, el bebé podría “salir con cara de antojo”. Aunque este dichoso argumento carece de fundamento literal, no deja de ser una expresión de cariño hacia las embarazadas.

Algunos de los antojos más habituales incluyen alimentos ácidos o salados, como los pepinillos y las aceitunas, así como los dulces, siendo el chocolate un favorito recurrente.

Sin embargo, algunas futuras madres reportan deseos por combinaciones de alimentos menos convencionales, los llamados “antojos raros”. Desde atún con helado de chocolate hasta sándwiches de cebolla cruda con limón y orégano, la gama de mezclas inusuales es amplia y, a veces, sorprendente.

Desde combinaciones como atún con helado de chocolate hasta orégano con cebolla, los antojos raros durante el embarazo sorprenden y desconciertan (Freepik)
Desde combinaciones como atún con helado de chocolate hasta orégano con cebolla, los antojos raros durante el embarazo sorprenden y desconciertan (Freepik)

¿Qué hay detrás de estos impulsivos deseos por ciertos alimentos?

Desde la combinación de alimentos inusuales hasta el deseo de sabores específicos, los antojos parecen estar motivados por una compleja interacción de factores. Entre las causas más destacadas se encuentran las fluctuaciones hormonales típicas de esta etapa. Estas variaciones pueden afectar los sentidos del gusto y el olfato, haciendo que ciertos alimentos sean particularmente apetecibles o repulsivos.

La búsqueda de nutrientes específicos también juega un rol importante. Es posible que el organismo señale la necesidad de ciertos minerales o vitaminas esenciales para el desarrollo del bebé a través de estos deseos intensos por alimentos particulares.

Asimismo, el aspecto emocional debe considerarse. El embarazo es un período de intensos cambios emocionales, y los antojos pueden representar un mecanismo de consuelo frente a las variadas emociones experimentadas durante estos meses.

Además, no se puede obviar el impacto de la cultura y las tradiciones familiares en las preferencias alimenticias durante el embarazo. Lo familiar se entrelaza con lo biológico, conformando parte del paisaje de los antojos.

La ingestión de sustancias no comestibles por parte de algunas embarazadas, como ceniza o tiza, revela el complejo fenómeno de la pica (Freepik)
La ingestión de sustancias no comestibles por parte de algunas embarazadas, como ceniza o tiza, revela el complejo fenómeno de la pica (Freepik)

Si bien los antojos son una faceta común y generalmente inofensiva del embarazo, es crucial mantener un equilibrio nutricional. Las futuras madres deben procurar una dieta variada y saludable, atendiendo a los antojos sin que estos menoscaben la calidad de su alimentación. En caso de preocupaciones o antojos fuera de lo común, la consulta médica es siempre recomendada para asegurar el bienestar tanto de la madre como del bebé en desarrollo.

Trastorno de Pica durante el embarazo

Un fenómeno menos conocido, pero de consideración en el embarazo, es el trastorno de pica, una condición que impulsa a algunas mujeres a ingerir sustancias no comestibles como ceniza, tierra, tiza, e incluso pasta de dientes.

Dicho comportamiento no solo se aleja completamente de los antojos convencionales asociados a este período, sino que también podría acarrear graves consecuencias tanto para la madre como para el desarrollo fetal.

Patricia Valseca, especialista de El Prado Psicólogos, aborda este tema clarificando que la pica, o alotrofagia, es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por el consumo de elementos sin valor nutricional aparente. A diferencia de lo que muchos podrían pensar, elementos como el hielo, papel, pelo, y otros, están entre los consumidos por quienes padecen este trastorno.

La pica se manifiesta generalmente durante el primer o segundo trimestre del embarazo y para su diagnóstico, el comportamiento debe persistir por al menos un mes. Este trastorno no se considera parte de la exploración natural en bebés, ni se asocia a prácticas culturales específicas donde el consumo de ciertas tierras, por ejemplo, es común.

Mantener un equilibrio nutricional ante los caprichosos deseos alimenticios es esencial para el bienestar de la madre y del bebé (Freepik)
Mantener un equilibrio nutricional ante los caprichosos deseos alimenticios es esencial para el bienestar de la madre y del bebé (Freepik)

Los trastornos más frecuentemente asociados a la pica incluyen la pagofagia (consumo de hielo), tricofagia (consumo de pelo), litofagia (consumo de piedras), y geofagia (consumo de tierra). Cabe señalar que un deseo inusual por consumir estas sustancias puede ser indicativo de deficiencias nutricionales, así como de motivaciones sensoriales o neuropsiquiátricas.

El tratamiento de la pica requiere un abordaje multidisciplinario que puede incluir tanto corrección de deficiencias nutricionales como apoyo psicológico o psiquiátrico, dependiendo de la causa subyacente del trastorno. La intervención temprana es crucial, sugiere Valseca, dado el riesgo de complicaciones médicas que incluyen infecciones, parásitos y exposición a sustancias tóxicas.

Las consecuencias de la pica en el embarazo no deben ser subestimadas, ya que la ingestión de sustancias no nutritivas puede llevar a problemas de salud significativos tanto para la madre como para el feto, incluyendo riesgos de prematuridad, mortalidad perinatal, y bajo peso al nacer entre otros.

La detección oportuna y el manejo adecuado de este trastorno son esenciales para garantizar la salud y el bienestar tanto de la madre como del desarrollo fetal. En caso de presentar deseos de consumir sustancias no alimenticias, es imperativo buscar evaluación y orientación médica inmediata.

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