Lluvia ofrece un descanso pero mayo llega con dos olas de calor para México

De acuerdo con el pronóstico del SMN, mayo será el mes más caluroso del 2024

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Abril rompió el récord de
Abril rompió el récord de temperatura en la Ciudad de México. Crédito: Cuartoscuro

Este fin de semana Tláloc ayudó a refrescar el ambiente en el Valle de México y otros estados del sureste, donde se registraron precipitaciones que no sólo ayudan a combatir la sequía, sino que permitió disipar los efectos de la segunda ola de calor.

Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó para el periodo 2024 cinco ondas de calor: una en marzo; otra en abril; dos en mayo y una en junio.

Durante la tercera semana de abril se presentó una onda de calor, por lo que buena parte del territorio mexicano sufrió temperaturas de hasta 45 grados Celsius, mientras que en el caso de la CDMX, esta rebasó el récord para un mes de abril pues el termómetro marcó 34.2 grados.

El SMN prevé la llegada de otras tres ondas de calor en México durante el periodo comprendido entre mayo y junio de 2024.

Millones de personas esperan con
Millones de personas esperan con ansia la temporada de lluvias 2024. Foto: Cuartoscuro

Estos eventos climáticos se caracterizan por elevadas temperaturas atmosféricas y serán más frecuentes en primavera y a inicios del verano, afectando significativamente las condiciones meteorológicas del país.

Qué son y cómo se originan las olas de calor

Las ondas de calor, fenómenos que resultan de sistemas de alta presión o anticiclónicos, se forman principalmente en niveles medios de la atmósfera.

Estos sistemas impiden la formación de nubes, reduciendo la probabilidad de precipitaciones y favoreciendo cielos claros o parcialmente nublados, además de un notable incremento en las temperaturas.

Cuando estos sistemas se mantienen por períodos que exceden los 3 a 5 días, se consolida una onda de calor.

Por otro lado, el término “domo de calor”, aunque popularizado en algunas plataformas y medios de comunicación, no es empleado por el SMN ni está reconocido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El SMN todavía espera la
El SMN todavía espera la llegada de otras tres olas de calor. Foto: Cuartoscuro

Esta expresión se ha usado coloquialmente para describir la alta presión en la atmósfera que actúa como una barrera, pero el término técnico aceptado es onda de calor.

Las ondas de calor pueden afectar amplias áreas geográficas y causar impactos significativos en la sociedad, incluyendo estrés térmico en las personas, aumento del riesgo de incendios forestales, daños en cultivos, y sobrecarga en los sistemas de suministro eléctrico debido al incremento en el uso de aire acondicionado.

Las causas de una onda de calor incluyen sistemas de alta presión atmosférica que se estacionan sobre una región, efectos del cambio climático que incrementan la probabilidad y la intensidad de estos eventos, y otros factores meteorológicos.

Dadas las altas temperaturas previstas, se aconseja a la ciudadanía adoptar medidas preventivas como una hidratación adecuada, minimizar la exposición directa al sol, prestar especial cuidado a los enfermos crónicos y ancianos, y seguir las recomendaciones del Sector Salud y Protección Civil.

El año más caluroso registrado en la historia de México fue el 2023. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, este año destacó por tener temperaturas medias anuales superiores a las habituales, marcando un récord en el registro histórico del país.

Este fenómeno se alinea con la tendencia global de aumento de temperaturas, que los científicos atribuyen a cambios climáticos provocados por actividades humanas.

El cambio climático afecta el aumento de temperaturas en América del Norte a través de varios mecanismos. Primero, la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), atrapa más calor del sol, elevando las temperaturas promedio.

Este fenómeno no solo incrementa las temperaturas medias, sino que también intensifica las olas de calor, haciendo que sean más frecuentes y severas.

Además, el cambio climático altera patrones climáticos establecidos, lo que puede conducir a variaciones en los sistemas de precipitación y alterar los ciclos naturales de agua.

Esto se manifiesta en una mayor evaporación debido a las temperaturas elevadas, lo que a su vez puede intensificar las condiciones de sequía en algunas áreas, reduciendo la humedad del suelo y aumentando aún más la temperatura local.

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