Estos eran los platillos favoritos de Pancho Villa

La gastronomía mexicana siempre ha sido de vital importancia para el país, e incluso, ha sido clave en ciertos episodios de la historia de la nación. La Revolución Mexicana, una etapa clave para la formación del México que conocemos hoy en día, fue cuna de héroes nacionales con los que hoy estamos bien familiarizados, y estas figuras, hoy históricas, también tenían sus propios gustos en comida como cualquier persona.

Pancho Villa, conocido como el Centauro del Norte, fue pieza esencial durante la Revolución Mexicana, y gracias a historiadores y testimonios, hoy conocemos cuáles eran sus platillos mexicanos favoritos. La historia de México también puede contarse desde sus platillos.

La comida favorita de Pancho Villa era la que se cocinaba en el norte del país. Por aquel entonces, se popularizaron diversos platillos que eran consumidos durante los largos viajes por los revolucionarios, como los burritos y los tacos de guisado, pues destacaban por su practicidad. Es posible que el Centauro del Norte haya basado su dieta en estos bocadillos.

De igual forma, se sabe que Pancho Villa era gran fanáticos de la carne asada y seca, de las tortillas de harina y que la salsa con la que solía acompañar sus tacos era la roja. También, se cuenta que uno de sus dulces mexicanos favoritos eran las palanquetas. En cuanto a las bebidas, Pancho Villa tenía dos predilectas: el café de olla y las malteadas de fresa.

Francisco Villa, mejor conocido como Pancho Villa, fue una de las figuras más emblemáticas de la Revolución Mexicana, un conflicto armado que comenzó en 1910 y buscaba el cambio político y social en México. Nacido el 5 de junio de 1878 en San Juan del Río, Durango, bajo el nombre de José Doroteo Arango Arámbula, adoptó el alias de “Francisco Villa” para esconder su identidad tras un incidente de juventud en el que hirió a un hombre que acosaba a su hermana.

Villa pasó de ser un bandolero a uno de los líderes revolucionarios más importantes de México. Como jefe de la División del Norte, demostró ser un líder carismático y un estratega militar astuto, logrando varias victorias importantes contra el régimen de Porfirio Díaz y, posteriormente, contra las fuerzas de Victoriano Huerta. Su capacidad para ganar el apoyo de los campesinos y su habilidad para movilizar a su ejército lo convirtieron en un personaje clave en la lucha contra la opresión y por la justicia social en México.

Uno de los episodios más notables de su carrera fue la toma de Ciudad Juárez en 1911, que fue vital para derrocar el gobierno de Díaz. Aunque Villa tuvo diferencias significativas con otros líderes revolucionarios, como Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, su contribución a la caída de Huerta fue crucial.

Su popularidad trascendió las fronteras mexicanas, especialmente después de la incursión en Columbus, Nuevo México, en 1916, lo que provocó una expedición punitiva estadounidense encabezada por el General John J. Pershing para capturarlo. A pesar de los esfuerzos, Villa nunca fue capturado por las fuerzas estadounidenses y continuó siendo una figura influyente en México hasta su retiro en 1920.

Pancho Villa fue asesinado el 20 de julio de 1923 en Parral, Chihuahua, durante una emboscada, pero su legado como líder revolucionario y defensor de los desposeídos permanece vivo en la memoria histórica de México. Su vida sigue siendo objeto de análisis y admiración, reflejada en libros, canciones y películas que lo celebran como un héroe del pueblo mexicano.