Una de las propuestas que más llamó la atención durante el segundo debate por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México provino de Salomón Chertorivski, pues el candidato de Movimiento Ciudadano planteó la posibilidad de devolver su cauce al Río de la Piedad, un cuerpo de agua que actualmente está entubado y que se conoce como Viaducto.
Ante la propuesta, muchas personas se sorprendieron porque no sabían que Viaducto era un río, otros mencionaron la aparente inviabilidad del proyecto y también hubo quienes celebraron la idea e incluso recordaron lo sucedido con una vialidad similar en Corea del Sur, se trata de Cheonggyecheon, un río que recuperó su cauce para favorecer la recuperación del espacio público en 2003.
Mucha gente ya ve al Viaducto como parte del paisaje urbano de la Ciudad de México, pues esta gran vialidad incluso dio nombre a dos estaciones de transporte público, una pertenece a la línea 2 del Metro (azul) y la otra es el transbordo entre la línea 1 y la línea 2 del Metrobús.
Sin embargo; las personas que vivieron su infancia o juventud en los años 40 conocieron de forma muy diferente el entonces Río de la Piedad, pues se trataba de un río natural con arbustos que estaba en medio de una ciudad en proceso de urbanización. Fue en 1950 cuando se inauguró el Viaducto como se conoce hoy en día.
Por dónde pasaba el Río de la Piedad
El histórico Río de la Piedad en la actualidad se halla encubierto bajo el entramado urbano de la Ciudad de México, renombrado por su función en el sistema de drenaje capitalino. Este cauce natural cruzaba vitales puntos de la metrópoli, incluyendo zonas hoy conocidas como Venustiano Carranza e Iztacalco, hasta aproximarse a lugares de relevancia como la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca.
Con su origen en las proximidades del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, el río marcaba su trayectoria hacia el oeste, delineando su curso por áreas que ahora se identifican con colonias urbanas, entre ellas la colonia Viaducto Piedad, nombrada en honor al río, prosiguiendo su desplazamiento desde áreas cercanas a la Alameda Central y Tacubaya para desembocar en el Lago de Texcoco.
Este cambio drástico de un río fluyente a un componente esencial del sistema de drenaje subraya la transformación urbana y ecológica experimentada por la Ciudad de México a lo largo de las décadas, pues se volvió necesario abrir paso a los automóviles.
La transformación y eventual ocultamiento del Río de la Piedad bajo la infraestructura de la ciudad refleja no solo un cambio paisajístico sino también una adaptación a las crecientes necesidades de drenaje de una urbe en expansión. Este proceso de entubamiento, parte de los esfuerzos para manejar las inundaciones y promover el desarrollo urbano, resalta la evolución ecológica y humana del área que una vez el río nutrió y por la cual fluía libremente.
A lo largo del tiempo, el río pasó de ser una fuente de vida y un eje de biodiversidad a integrarse silenciosamente en el tejido urbano, es por esto que tras escuchar las palabras de Salomón Chertorivski, hubo quienes recordaron proyectos en los que ya se había intentado proponer que Viaducto recuperara su cauce.
Picnic en Viaducto
Una cuenta de X recordó la ve en que una agrupación de ciclistas organizaron un picnic sobre el río entubado de Viaducto para que volviera a fluir de forma natural. Esto fue lo que escribió la cuenta @ElOjodCiclovias:
“Hace más de 10 años la comunidad ciclista hicimos un picnic por tener un rio vivo en Viaducto, en el debate de la CDMX uno de los candidatos propuso reabrir el río entubado que pasa por debajo de la avenida Viaducto muchos estamos a favor en ese entonces nos fueron a quitar”, en las imágenes se pudo ver a un grupo de personas con manteles y comida sobre el área verde.