Hace unos días, la analista y académica Carla Escoffié subió a sus redes sociales un video explicando en qué consiste la prisión preventiva oficiosa, figura jurídica que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) analiza a raíz de una sentencia de la Corte Interamericana que la considera violatoria de derechos humanos; evidentemente, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha pronunciado en contra de su eliminación por argumentar que de aprobarse, sería para “liberar delincuentes”.
Expertos en derechos humanos, justicia penal, abogados, académicos y activistas han recibido con beneplácito el proyecto de la SCJN, contrario a la administración en turno y sus seguidores, quienes aprovecharon la publicación de la analista yucateca para atacarla por no criticar a los gobiernos anteriores y sí quejarse únicamente de éste; sin embargo, la respuesta a una publicación en específico fue la que se hizo viral más allá de TikTok, donde se subió originalmente el video.
Un usuario le echó en cara que se quejaba porque habían “tocado sus intereses” y por eso atacaba al gobierno, y le cuestionó que por qué no hizo lo mismo en la administración de Ernesto Zedillo (1994-2000), a lo que ella respondió que era una niña cuando el priista gobernaba...
“Me reclamaron por el Fobaproa y yo ni era proyecto en la vida de mis padres”
Esta contestación deja en evidencia que las generaciones anteriores en ocasiones suelen ser incisivas con los millennials o centennials, sobre todo cuando expresan su opinión sobre el gobierno actual o la política en general. Muchas veces lanzan preguntas o ataques sobre situaciones que conocen pero de los cuales no tenían conciencia porque eran niños o incluso no habían nacido, quizá con el fin de exhibir su ignorancia o mostrarles mayor conocimiento respecto de este tipo de temas.
Escoffié publicó la crítica que recibió en TikTok en su cuenta de X y su seguidores aprovecharon para compartir con ella experiencia similares con personas mayores. “A mi me reclamaron por el Fobaproa, y como que ‘vato, yo aún ni era un proyecto en la vida de mis padres cuando eso pasó’”, “Es que perdí mi tiempo siendo un bebé de meses aprendiendo a no morir llorando” y “A mí me tocó un señor que me criticó por no haber hecho tiktoks cuando lo de Calderón y el narco”, son algunos de los mensajes que le dejaron a la también escritora.
Y es que es importante recordar que las generaciones millennial (1981-1994) y centennial (1995-2010) dominan la tecnología y las nuevas plataformas, los primeros por adaptación mientras que los segundos prácticamente ya son nativos digitales. Se trata de generaciones jóvenes que ya cuentan con mayor conciencia política y suelen estar informados gracias al acceso 24/7 a internet.
Pero, es importante precisar que conocen lo que pasó antes de ellos, pero evidentemente lo que viven (o padecen) son consecuencia de decisiones políticas que se tomaron cuando eran muy pequeños o incluso no habían nacido, como el rescate bancario que dejó endeudado a México (Fobaproa, en 1998), la creación de las Afores (1997) o la violencia que dejó la guerra contra el narco (2006).
Aún así, sus antecesores suelen cuestionarlos en redes sociales sobre estas situaciones (incluso muchas veces ni siquiera saben que son más jóvenes que ellos, porque pelean detrás de una pantalla y no frente a la persona). Como se puede ver en los ejemplos anteriores, muchos de los ataques son únicamente porque la idea leída discrepa con la del inconforme.