Madonna, la emblemática reina del pop, ha sorprendido a sus seguidores en la Ciudad de México al anunciar los horarios de sus esperados conciertos en el Palacio de los Deportes. Con una serie de cinco presentaciones programadas para este mes de abril, la primera de las cuales se lleva a cabo hoy 20 de abril, los fans se encuentran en un dilema horario de considerable magnitud.
Según Ocesa, la organizadora de estos eventos, las puertas del recinto abrirán a las 7 pm, pero el espectáculo no comenzará hasta las 10 pm. Añadiendo un poco de intriga al asunto, aquellos familiarizados con la diva saben bien que su aparición en escena suele retrasarse al menos dos horas después de lo previsto. Puede que hasta tres.
Esta programación ha desencadenado una cascada de quejas entre los admiradores de la cantante, quienes se ven enfrentados a la posibilidad de volver a casa a horas en las que incluso La Cenicienta ya consideraría prudente ya estar acostada.
La preocupación no es menor, especialmente cuando muchos de estos fans, ahora más cercanos a la categoría de “señoras” y personas de edad avanzada, señalan que a tales horas usualmente ya están sumidos en el quinto sueño.
Ocesa además colocó un texto/advertencia en sus redes sociales: “Tomen en cuenta que la hora de inicio del evento puede ser posterior a la hora de inicio indicada. Como siempre, todos los horarios están sujetos a cambios”.
“Hija de su mauser va a salir a la 1 am”, “No mms nena, a esa hora ya me da muchísimo sueño”, “Avisadísimos que no va a salir temprano”, “A esa hora ya me estoy durmiendo, hermosa”, “Que bueno que pedí descansar el día siguiente” y “Saldrá cuando se le dé la gana”, son comentarios que se pueden leer en redes sociales.
After afuera del Metro Velódromo
El descontento se agudiza al considerar que el show de la reina del pop tiene una duración aproximada de dos horas y media, lo que coloca la hora de salida en un momento en que el transporte público de la ciudad ya ha cerrado sus operaciones.
Frente a este reto, algunos fans han optado por tomar la situación con humor, organizando incluso un “after” improvisado fuera de la estación de metro Velódromo, como si esperar al primer tren de la mañana fuera el nuevo VIP de los eventos masivos.
La situación ha llevado a muchos a tomar medidas extremas, como solicitar permisos en sus lugares de trabajo para el día siguiente, resignados a la idea de una jornada sin sueño o, en su defecto, a la decisión de no asistir a sus labores.
En una ciudad que nunca duerme, parece que Madonna está poniendo a prueba la resistencia de sus seguidores. En otras ciudades como Nueva York la cantante ha enfrentado demandas colectivas por esta misma situación.